Challenger 2018: estilo, potencia y desempeño

Challenger 2018: estilo, potencia y desempeño
Por:
  • _alejandro_konstantonis

Este vehículo es sobreviviente del advenimiento de los coches retro, un verdadero Muscle Car, que renació para hacerle competencia a los reencarnados en los primeros lustros del siglo XXI; Ford Mustang y Chevrolet Camaro. La primera generación nace en 1970 y se comercializó hasta 1974, cuando la crisis petrolera asesinó a los Muscle Cars estadounidenses.

El Dodge Challenger retro se devela con éxito en 2008, después de que Dodge abandonó el nombre en 1983, luego de usarlo en una poco afortunada versión estadounidense comercializada bajo el cobijo de Chrysler. En 2015 el modelo retro recibe un reajuste y llegan versiones especiales como los ScatPack, HellCat y el Demón que es el “Challenger de Challengers”.

En esas versiones especiales nos encontramos el vehículo que hoy nos atañe, el T/A; un acrónimo formado por las iniciales de Trans Am, que hacen referencia a un serial de competición estadounidense del SCCA (Sport Car Club of America) creado en los años 60.

A México llegarán solamente 30 ejemplares, con transmisión manual, y eso sí que lo hace un verdadero auto de culto y un ejemplar coleccionable, ya que no cualquiera puede dominarlo.

Bajo el cofre encontramos el descomunal motor V8 HEMI OHV, longitudinal de 6.4 litros, que nos entrega 485 caballos de fuerza a las 6,100 rpm. La fuerza de torque de este motor es de 475 lb-pie, en un rango de 4,100 vueltas; esta fuerza se envía al eje trasero mediante una transmisión manual de seis cambios firmada por Tremec.

Las dimensiones son grandes y generosas: La longitud es de 5,27 metros, la anchura es de 2.17 metros, la altura es de 1.45 metros y, por último, la distancia entre ejes es cercana a los tres metros (2.95 metros). La báscula se detiene en los 1,932 kilos.

El esquema de suspensión es independiente en el eje delantero; y multibrazo en el eje trasero; si bien es la misma que equipa el Challenger SRT Scat Pack,  ha sido rebajada en 12 milímetros con relación al piso y reforzada en todas sus partes. Está dotada de amortiguadores Bilstein.

Los frenos son Brembo de disco en las cuatro ruedas y rines de aluminio de 20 pulgadas de diámetro x 9.5 de ancho, y llantas de 245 mm de piso.

Los detalles que hacen resaltar al T/A son algunos muy específicos: la toma de aire es completamente funcional y tiene unos “Pin Hoods” en el cofre totalmente reminiscentes al modelo de los 70, la pintura bitono amarillo Yellow Jacket con negro mate es otra de sus características.

El diseño exterior y los detalles como la parrilla o el tapón de gasolina, los colores y el alerón trasero son completamente traídos del pasado al modelo 2018; el más emblemático es el cluster de instrumentos, básico y simple, que combina los indicadores análogos con una pantalla central que nos brinda múltiples informaciones configurables con un botón en el volante. Las tapicerías son de alcántara, el asiento del conductor ofrece ajuste eléctrico, aire acondicionado bizona y toldo corredizo.

Ofrece una pantalla táctil de 8.4 pulgadas con el sistema desarrollado por FCA llamado Uconnect, que administra y combina aplicaciones de información y entretenimiento. Desde esta misma pantalla se puede acceder a la App de Mopar Performance, en la que encontramos mucha información y lecturas relacionadas con el torque y la potencia generada por el motor Hemi.