KIA Stinger enamora al pisar su acelerador

KIA Stinger enamora al pisar su acelerador
Por:
  • alejandro_konstantonis

El Stinger es el auto que hoy nos ocupa, y cuyo primer contacto con Autocosmos fue en la temida y respetada carretera de La Rumorosa, cercana a Mexicali. KIA ya tenía algún tiempo acariciando la posibilidad de crear un carro así, de nicho, rápido y bien equipado, pero sin perder la practicidad de un vehículo de uso en el día a día. Primero presentaron algunos conceptos, hasta que en el Salón de Detroit del 2017 se develó la obra de Peter Schreyer.

Una de las virtudes que los fanáticos agradecen es que la fuerza de tracción es en el eje posterior, es decir, un vehículo de impulsión trasera como los buenos “Meches o Bemes” rapidotes.

La segunda virtud es la planta de poder, un V6 de 3.3 litros heredado –en teoría– de una Sorento, pero vitaminado con un par de turbocargadores y con mejoras en los sistemas de admisión y escape para lograr una respetable potencia que ronda los 365 hp en el rango de las 6,000 rpm y genera una fuerza de torque de 376 lb-pie entre las 1,300 a 4,500 vueltas. El motor colocado longitudinalmente, mismo que va acoplado a una caja automática tradicional de ocho cambios, que envía la fuerza al eje posterior, con diferencial autoblocante. También hay una versión con un motor de cuatro cilindros de 2.0 Litros, que entrega 250 hp, y que tiene la misma transmisión.

Stinger es un vehículo de generosas dimensiones, de 4,830 mm de largo, con una anchura de 1,870 mm, y 1,400 mm de alto, y lo más interesante es que tiene una enorme distancia entre ejes de 2,905 mm y que en combinación con las enormes llantas de 19 pulgadas, que son más anchas en el eje trasero para un mejor agarre.

Los interiores están bien terminados, con  tapicerías de piel, los reglajes de los asientos delanteros son eléctricos, y en general todos los materiales son de calidad.