Desde que se activó el semáforo naranja por la pandemia de Covid-19 en la Ciudad de México, la movilidad en bicicleta experimentó un aumento tanto en el uso del sistema Ecobici como en la ciclovía emergente, instalada a propósito de la contingencia sobre avenida Insurgentes.

Sólo el 29 de junio, cuando las autoridades anunciaron el cambio en el semáforo de rojo a naranja, hubo 6 mil 133 usuarios; para el 15 de julio, al cumplirse las primeras dos semanas de esta fase, el número de ciclistas fue de 9 mil 16, es decir, 47 por ciento más, de acuerdo con la Secretaría de Movilidad (Semovi).

Además, según datos de la Agencia Digital de Innovación Pública, durante los lunes, martes y viernes se reporta el mayor aforo de usuarios en el sistema de Ecobici; mientras que los fines de semana los indicadores bajan; la tendencia coincide con los días en que las personas no acuden a sus empleos.

A pesar de la pandemia, los nuevos usuarios de Ecobici siguen al alza. El 29 de junio se inscribieron 23 y el 15 de julio hubo 43 miembros adicionales.

En lo que va de la contingencia, los biciestacionamientos ubicados en Buenavista, Periférico Oriente, La Villa, Martín Carrera, Pantitlán y La Raza no suspendieron su servicio que, a la fecha, acumula 5 mil 749 usuarios.

Al inicio del brote, la Semovi suspendió las inscripciones para nuevos usuarios de los biciestacionamientos; pero en el marco del semáforo amarillo y ante el impulso que desde la administración local se desea dar a la bicicleta, está por anunciarse un sistema de inscripciones digitales, con el fin de que los ciclistas no tengan que acudir a los centros.

El aforo de la ciclovía emergente, que opera temporalmente para impulsar la movilidad no motorizada en tiempos de crisis, creció 160 por ciento del primer día de funcionamiento, el 1 de junio, a la fecha, informó Rodrigo Díaz, subsecretario de Planeación de la Movilidad local.

Menos infracciones

En entrevista para La Razón, Díaz reconoció que hay tramos en la ciclovía emergente más complicados por la reducción de carriles para autos, lo que provoca invasión para ciclistas; sin embargo, apuntó que cada vez son menos frecuentes estas prácticas. De cualquier manera, dijo, se reforzará la señalización en los tramos donde detectan más problemas.

“Las cosas se complican un poco cuando cambia Insurgentes de tres a dos carriles. Pasa a alguien que va entre La Bombilla y Doctor Gálvez, entre Álvaro Obregón y Reforma, en estos tramos el carril es compartido y a veces ocurre que algunos automóviles se estacionan; pero en general, hemos tenido mucho menos invasión que cuando empezamos”, dijo.

Al respecto, el encargado de la dirección de Infracciones de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, Alberto Díaz, explicó a este medio que lo anterior fue muy común en el tramo Doctor Gálvez-Ciudad Universitaria, porque la gente estaba acostumbrada a “dar aventón” y estacionarse en la ciclovía; sin embargo, a dos semanas del semáforo naranja, 60 por ciento de automovilistas lo respeta.

Cuando empezó a funcionar la ciclovía, se levantaban de 10 a 15 infracciones diarias por invasión de carril, actualmente hay entre cinco y ocho.

Víctor Alvarado, coordinador de la campaña de movilidad de la ONG El Poder del Consumidor, informó que el uso de la vía para ciclistas instalada en Insurgentes reflejó un aumento promedio mensual de 50 por ciento.

Esta cifra, dijo, es un buen argumento para lograr que esta ciclovía sea permanente. Si esto se logra, el aforo podría alcanzar un incremento de 400 por ciento.

Maytonce García, director de la asociación Transita Seguro, refirió que, hasta el momento, no hay registro de accidentes en la ciclovía emergente, otro indicador que respalda su permanencia.