De $1,200, la tajada acordada para el secuestrador liberado

De $1,200, la tajada acordada para el secuestrador liberado
Por:
  • carlos_jimenez

Por su participación y los rituales que realizó para que el secuestro de las hermanas Laguna saliera bien, el plagiario Raúl Martínez Gutiérrez esperaba recibir un pago de mil 200 pesos; sin embargo, ahora que fue declarado inocente, el hombre puede pelear una indemnización de hasta tres millones de pesos.

Ante las autoridades de la Procuraduría General de Justicia capitalina (PGJCDMX) que lo detuvieron en 2009, el hombre aceptó que ese era el pago que le habían prometido los líderes de la banda Jorge Valencia Pérez, alias El Coco, e Ismael Bautista Santillán,

alias El Pony.

Reconoció que tras hacer aquel ritual Yoruba en el que mató un par de animales sobre las jóvenes que estaban semidesnudas, amarradas y vendadas de los ojos, los jefes del grupo delictivo, “me llevaron a mi local de regreso cobrándoles la cantidad de mil 200 pesos, los cuales no me pagaron, pero me prometieron que en cuanto cobraran el rescate (del secuestro) me pagarían

eso y más…”.

Días después de que hizo aquel ritual en la casa de seguridad, dos de las tres hermanas fueron mutiladas por los plagiarios.

Sus secuestradores les amputaron dos dedos a una de ellas y tres a otra.

Después se los mandaron a su mamá “como regalo del día de las madres”; recuerda Esther que le dijo uno de sus victimarios mientras se reía con el resto de los miembros de la banda:

“¡Qué buen regalo de día de las madres va a recibir!”, recordó.

En su declaración ministerial Raúl Martínez Gutiérrez dio detalles acerca del ritual que hizo sobre las jóvenes para que su secuestro y el cobro de su rescate saliera bien.

“Me percaté que había tres mujeres jóvenes las cuales estaban en ropa interior, vendadas de los ojos y sentadas en un sillón; la habitación era oscura, muy pequeña y pude ver una cama y el sillón donde estaban las mujeres, también había una tina donde… las metieron de una por una para que yo realizara la limpia, procediendo a limpiar a cada una de las mujeres…”, relató cuando fue detenido en 2009.

Jorge Valencia Pérez, El Coco, uno de los líderes de la banda fue quien le dijo que se trataba de un plagio. “(Él) me comentó que eran tres mujeres secuestradas, que querían que las limpiara para que saliera bien el secuestro y el cobro del rescate”.

De acuerdo con el criminal ese día les lanzó humo de un puro sobre sus frentes “realizando una serie de conjuros para involucrar a invocar a los santos procediendo a matar un gallo y una paloma que llevaba para alimentar al santo Eleguá”, dijo.

Ahora, siete años después, la activista y presidenta de la Fundación Alto al Secuestro, Isabel Miranda de Wallace, quien apoya a las jóvenes plagiadas, reveló que por haber quedado en libertad como una persona “inocente”, el secuestrador y Raúl Martínez Gutiérrez, puede exigir la indemnización.

Y es que, explicó, al anular todas las pruebas que había en su contra, los magistrados que le dieron en la libertad, abrieron la puerta para que ahora pueda exigir una indemnización de hasta tres millones de pesos por parte de las autoridades que lo encarcelaron.