Plantean elevar ciberviolencia a delito penal y distinto al acoso

Plantean elevar ciberviolencia a delito penal y distinto al acoso
Por:
  • karla mora

La Procuraduría General de Justicia (PGJ) y la Secretaría de la Mujer respaldaron, a nombre del Gobierno de la Ciudad de México, la propuesta del Congreso local de elevar a grado penal la ciberviolencia; sin embargo, coincidieron en que debe ser tomado en cuenta como un delito autónomo, es decir, que no se incluya o sea visto como acoso o daño moral, y así evitar que se vaya por la vía civil. Además, mencionó que hace falta capacitación en los ministerios públicos y a los jueces.

Hace dos semanas, el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) presentó una propuesta para modificar la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, para incluir la modalidad de violencia digital, el cual considera un acto cometido a través de las tecnologías de la información, que atente contra la integridad, intimidad o vida privada de una mujer, y también propone modificar algunos artículos del Código Penal local para endurecer las sanciones contra quienes la cometan.

Con base en esta iniciativa y tal como lo adelantó La Razón, ayer se realizó el foro “No más acoso sexual digital”, el cual contó con la participación de la procuradora capitalina, Ernestina Godoy Ramos.

La funcionaria refirió que actualmente, si alguna mujer acude a denunciar casos de violencia de este tipo, se le recomienda ir por la vía civil o denunciarlo como daño moral; aunque en este último se les advierte que es un proceso largo, más caro y tedioso, cuyas últimas consecuencias son la reparación del daño, sin sanciones ejemplares para los responsables, quienes se esconden detrás de las redes sociales.

Por lo anterior, Godoy Ramos destacó que la ciudad puede tener una ley de vanguardia, de tipo penal, que permita detener este tipo de agresiones y que no haya impunidad en este delito.

Además, recomendó a los legisladores que el tipo penal no contemple conceptos subjetivos, para que no dé cabida a la interpretación de la misma.

“Los elementos deben ser muy exactos en el tipo penal, de otra manera no sirve. En la Procuraduría estamos listos para ayudar y colaborar”, expresó ante organizaciones y legisladores.

En su oportunidad, la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), Nashieli Ramírez Hernández, mencionó que las iniciativas en el Congreso plantean adicionar todos los tipos de violencia (incluida la digital); pero si no se cataloga textual como un ilícito aparte de los ya existentes, habrá interpretación del mismo y será difícil perseguirlo.

“Actualmente hay un vacío, porque no tienes catalogado el delito y dejas en la autoridad ministerial o judicial cosas que no pueden medir ni valorar de manera puntual”, mencionó.

Asimismo, comentó que, hasta el momento, en la comisión no hay quejas relacionadas con la ciberviolencia contra las mujeres.

Al respecto, la titular de la Secretaría de las Mujeres capitalina, Gabriela Rodríguez Ramírez, aplaudió la propuesta, incluso recordó que la dependencia a su cargo trabaja en una para actualizar la Ley de Acceso a una Vida Libre de Violencia que alimentaría la que se elabora en el órgano legislativo, así no partirán de cero.

Declaró que se debe asumir que el mundo cambió y que actualmente, las relaciones cambiaron por las redes sociales, y en ellas también se dan las agresiones; pero su existencia se ha normalizado.

Y es que, por ejemplo, en las 32 Unidades de Atención que tiene la dependencia capitalina, no se ha presentado ninguna denuncia de violencia cometida a través de Internet, de ahí la importancia de hacerlo visible.

También destacó la relevancia de capacitar a defensores; en ese sentido, recordó que en el primer mes del año, inició el proceso de sensibilización a abogados y abogadas que se ubicarán en cada una de las agencias del Ministerio Público (MP) desconcentradas y en algunas especializadas para participar en el proceso de atención a las mujeres víctimas de este tipo de delitos.

Se aconseja a las víctimas buscar apoyo psicológico para reducir el riesgo de autolesionarse o detectar tendencias suicidas.