Se vio ayer mucha gente en calles y estaciones del Metro

Reciben semáforo amarillo con desdén y alta movilidad

Hay que trabajar y esta medición se perdió en el transporte hace mucho, dice Pamela, vecina de la GAM; en el Centro se olvidan de la distancia y hasta del cubrebocas

Decenas de capitalinos, ayer, en la calle de Madero, Centro Histórico.
Decenas de capitalinos, ayer, en la calle de Madero, Centro Histórico.Foto: Frida Sánchez, La Razón
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El cambio a amarillo del semáforo epidemiológico en la Ciudad de México no significó “gran cosa” para todos los capitalinos. Calles y estaciones del Metro con alta movilidad fueron la constante durante las primeras horas de este lunes, sobre todo para aquellos que tienen que salir a trabajar, “haya o no pandemia”.

En algunas líneas del Metro, como la B que transporta a los ciudadanos desde Buenavista en la alcaldía Cuauhtémoc, a Ciudad Azteca en Ecatepec, Estado de México —que también retrocedió a amarillo a partir de este lunes—, y en las líneas 1 y 2, los tumultos se vieron como cualquier otro día.

Para Pamela, residente de la Gustavo A. Madero, el semáforo amarillo “no significa gran cosa porque de todas formas hay que salir a trabajar, subirse al transporte, al Metro, venir en micro; ahí el semáforo se perdió hace mucho”, contó a este diario.

Pese al “miedo” y al “respeto” que le tiene al Covid-19, luego de que familiares y ella misma padecieron el virus el año pasado, la ciudadana aseguró que confía en la vacunación y en que hacer caso al uso del cubrebocas le “echarán la mano, aunque venga con mucha gente, porque no hay de otra; creo que la sana distancia en el Metro se respetó los primeros meses, pero ya quedó en el pasado”.

En el Centro Histórico, la mañana arrancó con poco movimiento en algunas calles, pero conforme avanzó la mañana se llenaron de gente. En Francisco I. Madero, una de las calles más transitadas, se hicieron las comunes aglomeraciones, apenas pasadas las 10:00 de la mañana, entre personas que se olvidaron de la sana distancia o hasta del cubrebocas.

José Luis, de 54 años, es uno de quienes se bajan el cubrebocas en la calle para fumar. Al preguntarle si no le da miedo la variante Ómicron o el cambio en el semáforo, respondió: “Ya estoy vacunado, soy de los afortunados que me dio (Covid), pero salí rápido; ahorita ya me tocó hasta el refuerzo, aquí estamos al aire libre y me lo subo cuando termine”, dijo.

En las calles de Bolívar, 5 de Mayo y 16 de Septiembre, en los alrededores de la plancha del Zócalo, las primeras horas avanzaron con poca gente en negocios y cafeterías que abrieron sus puertas desde temprano, las cuales ya lucían con mesas llenas de adultos, jóvenes y niños antes del mediodía.

Gráfico
Gráfico

Afuera de un café en la calle 16 de Septiembre, una familia aguarda, algunos de ellos con un vaso de café en la mano y con el cubrebocas hasta la barbilla, porque aunque saben que el semáforo implica un “notorio” aumento en los contagios, consideraron que “la vida y la rutina tiene que continuar, sólo cuidándose”, ya que, después de todo, cuentan con ambas dosis de la vacuna y “están por ir” por la de refuerzo.

En las plazas Meave y de la Tecnología, ubicadas sobre el eje Lázaro Cárdenas, conocidas por la venta y reparación de aparatos electrónicos y móviles, el semáforo “no afectó mucho” las ventas, explicó un vendedor, quien pidió no dar su nombre.

Tanto en el interior como en el exterior de este corredor se vieron decenas de capitalinos darse cita para hacer sus compras habituales, sin preocuparse por el distanciamiento social.

En los alrededores hubo quien se olvidó por completo de usar cubrebocas, incluso turistas de otros países, para quienes la alerta ante el aumento de contagios que tiene al sistema hospitalario de la capital del país, con más del 30 por ciento de ocupación, pareció no tener importancia.

En otros sitios de la capital también se vieron calles, si no abarrotadas, sí con afluencia frecuente de personas. En Polanco, sobre la avenida Masaryk, algunas personas iban caminando sobre la avenida, aunque sin tumultos. Mientras que en algunos restaurantes de esa zona y de avenidas y calles de la Roma, en la Cuauhtémoc, se observaron mesas de restaurantes vacías, sobre todo en los corredores y espacios al aire libre colocados por los mismos restauranteros para ampliar su capacidad durante los momentos más agudos de la pandemia.

Para este 24 de enero, la plataforma Semáforo Covid de la Ciudad de México registró una ocupación hospitalaria del 34 por ciento, con dos mil 20 camas ocupadas, poco más de una tercera parte de las seis mil dos disponibles en los hospitales de atención Covid del Gobierno capitalino.

De acuerdo con el informe diario de la Secretaría de Salud capitalina, hasta este domingo 23 de enero se registró una positividad del 33.7 por ciento en las pruebas de Covid-19, de las 10 mil 534 que se realizaron en quioscos y puntos colocados por las autoridades en la capital.

  • El dato: El secretario de Movilidad, Andrés Lajous, dio positivo a Covid-19; su contagio se suma al de los alcaldes de Tláhuac y Miguel Hidalgo en los últimos días.