Repuntan 24% denuncias de delitos sexuales cometidos contra los pequeños

Son niñas dos de cada tres menores que desaparecen

En 2 meses emitieron 133 alertas Amber, en 84 de las cuales la víctima es mujer; suman también el 82% de los pequeños de menos de 12 años que buscan ayuda psicológica

Son niñas dos de cada tres menores que desaparecen
Son niñas dos de cada tres menores que desaparecenFoto: Especial
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La mayoría de los casos de menores que son víctimas de desaparición en la Ciudad de México son de niñas y adolescentes mujeres.

Dos de cada tres casos que se han reportado en los últimos dos meses corresponden a personas del género femenino, pues del total de alertas Amber que activó la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCM) en ese periodo, el 63 por ciento se concentra en este grupo de jóvenes.

De acuerdo con los datos públicos de la Fiscalía, entre el 11 de agosto pasado y el 9 de octubre se tiene registro de 133 alertas Amber, por la desaparición de niños, niñas y adolescentes en alguna de las 16 alcaldías de la capital. De estos alertamientos, en 84 casos las víctimas pertenecen al género femenino.

Las niñas y adolescentes enfrentan condiciones de vulnerabilidad también en otros ámbitos de su seguridad personal, como es el caso de la salud mental.

El 82 por ciento de los menores de 12 años que buscaron ayuda psicológica del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México, desde el 2020 hasta septiembre pasado, son niñas.

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.Gráfico: La Razón de México

De acuerdo con el Reporte de Salud Mental 2020-2021 del Consejo Ciudadano, en los primeros nueve meses de este año, en relación con el mismo periodo del 2020, los contactos hechos por personas de menos de 12 años, por delitos sexuales cometidos contra ellas, se incrementaron de 2.9 por ciento del total, al 3.6 por ciento, lo que supone un repunte del 24.13 por ciento.

La mayoría de los contactos de búsqueda de apoyo (22.4 por ciento) que realizaron con el Consejo Ciudadano los menores de 12 años y menos (el 64% lo hizo a través del llamado chat de confianza), entre enero y septiembre de este año, se debió a problemas familiares, seguido por situaciones de duelo, con el 10.9 por ciento, y ansiedad, con el 8.5 por ciento.

Después aparece el maltrato infantil, con el 7.9 por ciento de los casos. Sobre este último punto, en los primeros nueve meses del año en curso disminuyeron las llamadas de pequeños relacionadas con este flagelo.

Entre enero y septiembre pasado, el 7.9 por ciento de los contactos que recibió el organismo tuvieron que ver con maltrato infantil, esto es 6.4 puntos porcentuales menos que lo que se recibió durante el mismo periodo del 2020, cuando la capital padecía los embates de la pandemia de Covid-19 y se cerraron las escuelas para evitar contagios.

Entre enero y septiembre del año pasado se reportó que el 14.3 por ciento de los contactos de menores de 12 años estuvo relacionado con este tema.

En el estudio, se detalló que otros problemas de salud mental también disminuyeron en este grupo de edad, entre ellos la depresión, pues mientras en el 2020 se reportó que nueve por ciento de las llamadas fueron por este motivo, este año la cifra disminuyó a cuatro por ciento.

Algo similar ocurrió con la ideación suicida o los intentos de suicidio, que disminuyeron de 5.7 por ciento de las ocasiones en el 2020, a ocupar el 4.2 por ciento este año.

María del Carmen Montenegro Núñez, académica de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explicó que el aumento de llamadas de menores de edad, quienes denuncian algún tipo de agresión sexual, resulta positivo, ya que significa que este grupo de edad tiene más recursos para acercarse a las autoridades y, por lo tanto, refleja que hay menos “permisividad” en la comisión de agresiones en su contra.

“Lo que hoy los datos reflejan como un indicador, es que puede ser que hayan disminuido algunos delitos, pero, al contrario, es gratificante escuchar que se incrementó la denuncia por violencia. Qué bueno, porque esto no significa que se incrementó la violencia, sino que hay más denuncias, lo que significa que hay menos permisividad para que se dé esta violencia”, consideró.

La catedrática de la UNAM, quien refirió que trabajó por varios años en casos de violencia sexual contra menores, recordó que no siempre es sencillo que una pequeña que padece este tipo de actos lo denuncie o solicite ayuda a las autoridades.

“Trabajé muchos años el tema de violencia sexual en niños, y en esa época preguntaba en mis reflexiones: ¿cuántos niños irán a denunciar a sus padres, por ejemplo?

“Incluso, si lo pensamos en retrospectiva, ¿cuántos de nosotros podríamos reconocer algo así en la educación de nuestros padres?

Con los niños en esta situación, qué padre que tengan el recurso y la información para saber a dónde llamar. No sabemos, por ejemplo, si esa niña fue auxiliada por un adulto”, explicó; sin embargo, el que los niños se acerquen a las autoridades, de alguna manera implica un avance”, concluyó.