“Tengo 61 años... perdí el empleo”

“Tengo 61 años... perdí el empleo”
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Por Nayeli Gómez

Tiene 60 años y está desempleado. Es viudo y debe mantener a cuatro hijos (dos de ellos ya dejaron la escuela) y una madre de 83 años enferma. Juan Mauro Ramírez es una de las 405 mil personas que en el primer semestre del año perdieron su empleo por la crisis económica que estalló.

El desempleo, dijo, convence a cualquiera y le cambia los hábitos más comunes a los mexicanos.

Mauro Ramírez se ha tenido que convencer que caminar es más sano que tomar un transporte público, a pesar de las largas distancias; o que los paseos quedan cancelados porque hay que ahorrar, aunque ni siquiera haya dinero de sobra para ello.

Las enfermedades deben curarse solas, porque los médicos y las medicinas “están muy caras”; y los hijos mayores no podrán terminar el bachillerato porque deben apoyar en la economía familiar.

La impotencia y frustración por no poder “darle estudios” a todos sus hijos, interrumpe a Mauro por unos instantes, la voz se le corta y apenado por el súbito nudo en la garganta, pide comprensión: “Mi hijo tuvo que dejar la escuela y seguro el otro también lo hará”.

Al hijo de 18 años le faltaba un año para terminar el bachillerato, pero este año la situación económica en la casa de Mauro se recrudeció: su abuela enfermó y la venta en los tianguis, donde tiene un puesto, “va mal”.

Jorge Ramírez tuvo que dejar la escuela para comenzar a trabajar como cargador en la Central de Abastos; el hijo que le sigue, quien cursa el primer año en la vocacional número 7 de Iztapalapa, tendrá que hacer lo mismo.

“Por desgracia quede desempleado cuando desapareció la Ruta 100. Luego obtuve un empleo como vigilante, pero en febrero me corrieron; desde entonces no encuentro trabajo. Ahora me sostengo con la venta de ropa usada que me regala la gente, revendo lo que sea.

“El problema es que con eso ya no alcanza para comer bien, o compra uno carne o le paga los pasajes a los hijos que estudian. A veces cuando van mal las ventas en los tianguis, camino para ahorrarme lo de los micros y me digo que son buenas las caminadas.

La familia de Mauro vive en una casa en la colonia Xalpa, en la sierra de Santa Catarina.

“Antes con 100 pesos alcanzaba para el kilo de carne, verduritas y fruta, pero ahorita pues uno se tiene que abstener de lujos como verduras o fruta. Los salarios no suben y los servicios van para arriba. A mí no me aceptaron en el seguro de desempleo por la edad, y pues tampoco soy un anciano para tener el apoyo del Gobierno del DF. Entonces por donde le vea tengo sólo lo que vendo de mis chacharas”.

Afirmó que el lema de “presidente del empleo se oía bonito pero no es real, no hay trabajo ni para la juventud, entonces nosotros estamos cada vez peor”.

Mauro Ramírez

Edad: 60 años

Tiempo sin empleo: 5 meses

Mantiene: 4 hijos y madre de 83 años

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