Usan la hielopista de CDMX hasta para pedir matrimonio

Usan la hielopista de CDMX hasta para pedir matrimonio
Por:
  • luis_alberto_alonso

Romance, diversión y convivencia familiar son los ingredientes que aportan los miles de asistentes a la pista de hielo colocada desde el 1 de diciembre en el Zócalo de la Ciudad de México.

Destacada como uno de los 20 mejores destinos turísticos para visitar en este invierno por la revista National Geographic Traveler las cuatro hielopistas y los dos toboganes instalados en el corazón de la capital enmarcan caídas, “pasos de Bambi” y ya también fueron escenario para que dos jóvenes pidieran matrimonio.

Por donde sea que se acerquen las familias, parejas y hasta los que se lanzan a la aventura en soledad, las enormes estructuras de los toboganes y las pistas de patinaje que se asientan sobre la plancha del Zócalo capitalino roban la atención.

Mientras cientos y cientos de padres intentan calmar a los pequeños que lucen ansiosos por patinar por primera vez en el hielo, los pequeños no cesan de señalar la pista e incluso ignoran el árbol de navidad de 50 metros de altura.

El deseo de pequeños y grandes es tomar su boleto, aguardar la hora indicada que les dará acceso hasta por 50 minutos a este espacio, cruzar el cerco de seguridad y deshacerse de su calzado para colocarse los patines que en sus relucientes hojas afiladas de acero reflejan un inesperado sol en la tarde de Navidad.

Miguel Campuzano y su esposa, Carina Rodríguez, acompañaron ayer a sus hijos y nietos para que experimentaran por primera vez en su vida lo que se siente deslizarse sobre el hielo.

Desde las gradas ubicadas frente al Antiguo Palacio del Ayuntamiento, los abuelos miran a sus nietos, quienes gritan alegres y se suman a otros pequeños sujetos a la barandilla de guía, y dan pequeños pasos para aprender a patinar.

“Es algo muy bonito porque no tenemos los recursos para llevarlos a Six Flags”, dice el señor Campuzano.

Carina se enfoca en sus nietos con una sonrisa en el rostro y asegura que es como volver a ver sus primeros pasos.

La familia permanecerá ahí hasta terminado su turno para después disfrutar del minuto de recorrido a bordo de una de las 100 donas inflables en los toboganes. Los abuelos dudan hacerlo con una sonrisa nerviosa y mirándose uno al otro.

Inmortalizar momentos en este lugar no es sólo para los más pequeños, sino también para los enamorados.

Dos jóvenes pidieron matrimonio a sus parejas en una de las cuatro pistas.

El primero fue Ángel Rai, quien el 19 de diciembre le pidió a Mary Cruz Sánchez: “¿quieres ser mi compañía eterna?” a los pies del logotipo de la capital.

Vanessa y Gregorio siguieron el ejemplo y el 21 de diciembre formalizaron su relación en este mismo túnel al compás de la canción “Te vi venir”.

Y así se suman historias en la pista de la CDMX, que el 8 de enero cerrará.