2015: buen año a secas

A menos que el estudio de la economía se refiera a la historia, la exigencia general para los economistas se remite hacia el futuro, hacia la formulación de análisis y estrategias económicas del porvenir, empero, y aprovechando estos últimos días del año 2015, conviene hacer una reflexión sobre los logros y pendientes en materia económica que se suscitaron durante este año.

Sin obviar los claros signos de pesimismo que pesan sobre en el actual desempeño de la economía mexicana, podemos evaluar satisfactoriamente los resultados. Es decir, a pesar de la enorme turbulencia financiera internacional que se reflejó en una fuerte volatilidad y una depreciación del tipo de cambio peso-dólar, de los claros signos recesivos en la economía mundial, y particularmente en el mercado de la manufactura de Estados Unidos, y la drástica caída del petróleo, la economía mexicana logró importantes logros en el ámbito macroeconómico. Destaca cuatro elementos.

Primero. El crecimiento económico será similar al del año pasado. En un entorno externo más complicado, el PIB nacional se incrementará 2.5%, tasa similar al 2.3% del año pasado. Asimismo, este crecimiento será más equilibrado, se finca en el avance de la demanda interna y de la demanda externa. Aunque medidas en dólares nominales las exportaciones mexicanas no petroleras apuntan un estancamiento importante en la segunda parte del año, ello se debe a la caída de los precios internacionales, de tal suerte que medidas en pesos reales, los envíos mexicanos se incrementan cerca de 10%; continuando como el principal contribuyente al crecimiento económico.

En paralelo, el consumo y la inversión dan persistentes signos de expansión.

Segundo. Mejores condiciones laborales. Si bien distan de ser las óptimas, en el sector formal, el crecimiento real de los salarios de 1.2% real y del empleo de 4.4%, así como la disminución del desempleo, dan cuenta de una mayor fortaleza del mercado laboral, que a su vez sirve como impulso al crecimiento económico. En este año se logrará una creación de750 mil empleos, de los cuales, aproximadamente una tercera parte da cuenta del proceso de formalización del mercado laboral, en tanto que medio millón de empleos son producto del crecimiento económico.

Tercero. Una inflación históricamente baja. Se alcanzó una tasa anual del 2.0% que sorprendió a todo mundo. Ya hemos tocado en este espacio las causas de tal logro. El punto a resaltar es que, bajo un entorno con una importante estabilidad del sistema nominal —bajos niveles inflación y tasas de interés— se fortalece el desempeño económico. Asimismo, y no menos importante, posiblemente estamos frente al preámbulo de un estadio de menor inflación respecto de la década anterior.

Cuarto. Finanzas públicas en línea con lo programado. A pesar de la drástica caída en el precio del petróleo, las finanzas públicas se fortalecen estructuralmente con fuentes de recursos más sustentables. Si bien los grandes rezagos estructurales de la economía persisten, como el alto nivel de informalidad, la distribución del ingreso desigual, los niveles de pobreza, etc., los logros económicos de este año apuntan en la dirección correcta, no sólo por la mejor coyuntura que perfilan, sino porque también algunos de ellos son el fruto primario de cambios estructurales. ¡Feliz 2016!

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