5 de junio, un gran ensayo

5 de junio, un gran ensayo
Por:
  • javier_solorzano_zinser

Si algo está claro rumbo a las presidenciales del 2018 es que las elecciones del 5 de junio ya dejaron una lección a la oposición: si no llega a acuerdos y alianzas, su división llevará al PRI a quedarse en Los Pinos.

En algunas entidades la oposición tiene peso propio, con los militantes y simpatizantes le alcanza para pelear en serio. Sin embargo, en otros estados y ciudades si no es a través de alianzas, puede llegar a perder hasta el registro.

Así como está el país es materialmente imposible para un partido ganar una elección solo. Los tiempos del partidazo ya no existen y el PRI lo sabe. Hoy el tricolor no tiene cómo triunfar en unos comicios si no lo hace a través de alianzas. Los acuerdos con el Verde y Nueva Alianza le son útiles porque al mismo tiempo que le permiten controlar el Congreso, le sirven para evitar pactos de éstos con la oposición; termina por nulificar a unos y otros.

La política hoy no se entiende sin alianzas ni acuerdos. En función de las diferencias no hay manera de que prevalezcan los partidos y los gobiernos únicos. Se cogobierna y para ello son obligadas las alianzas que posibilitan la gobernabilidad.

La actual coyuntura española es una manifestación de ello. Sin alianzas nadie puede ganar ni gobernar, el problema es que no se ponen de acuerdo. Los grandes partidos saben que necesitan a los partidos pequeños y éstos saben que los requieren.

El problema para la oposición mexicana es que no logra tener presencia nacional. En algunos estados le cuesta conservar el registro y sus bajas votaciones le impiden irrumpir y ser una franca oposición en los Congresos federal y estatales.

Morena ha crecido; sin embargo, tarde que temprano tendrá que replantearse las alianzas y el síndrome del “voy derecho y no me quito”. Sin acuerdos ni alianzas no se ve cómo pueda ganar en 2018.

No le va a alcanzar de no ser que surja una alianza o que se presente un fenómeno político-social extraordinario. Por lo pronto la aspiración se ve trunca, y eso que su seguro candidato es uno de los dos políticos más conocidos en el país: conocimiento no da votos.

Igual le va a pasar a cualquier candidato o candidata, sea de partido o sea independiente. Sin alianzas no se llega a Los Pinos ni a la gubernatura de algún estado. Las elecciones del 5 de junio lo van a demostrar.

En las entidades federativas en donde se hayan establecido alianzas las probabilidades de triunfo han crecido, lo que incluye al mismísimo PRI. No hay estado en que el tricolor vaya solo, aunque a su lado lleve comparsas, que en la práctica terminan por ser votos.

En el PRI hacen cuentas alegres hacia el 5 de junio: asegura su todopoderoso líder que se van a llevar 9 de las 12 gubernaturas en juego. Es un enigma lo que pueda pasar, algunas elecciones están trabadas. Al PRI le van a cobrar la impopularidad presidencial, la acentuada corrupción y la situación económica; a pesar de que la macroeconomía se ve estable, el problema está en los bolsillos de los ciudadanos.

El 5 de junio debe ser un gran ensayo para todos, pero principalmente para la oposición, la cual se debe percatar de que aislada se atomiza y si se atomiza quienes ganarán en el 2018 son los que están en Los Pinos; es algo más que un gran ensayo.

 RESQUICIOS. Así nos lo dijeron ayer:

La reunión de los padres de los 43 normalistas en la Cancillería fue positiva, hay buen ánimo por el encuentro. El punto central, el cual fue aceptado, fue el seguimiento de las recomendaciones del GIEI, que serán encabezadas por el relator de París. Insistimos en que debe renunciar Tomás Zerón, no puede ni debe la PGR mantenerlo en el cargo. Nos queda claro que el entorno político en que se dieron las agresiones y las desapariciones es fundamental y en ello están los gobiernos federal, estatal y municipal. En este renglón no se ha querido avanzar: Vidulfo Rosales, abogado de los padres y madres de los 43 normalistas desaparecidos en Iguala.

solorzano52mx@yahoo.com.mx

Twitter: @JavierSolorzano