A cien años de la reforma cordobesa

A cien años de la reforma cordobesa
Por:
  • rafaelr-columnista

Por estos mismos días, hace cien años, llegaban a México y el Caribe los primeros ecos de la Reforma Universitaria de Córdoba, Argentina. A fines de junio de 1918, uno de sus líderes, Deodoro Roca, dio a conocer el famoso”Manifiesto Liminar”, un mensaje de la “juventud argentina de Córdoba a los hombres libres de Sudamérica”, que también ganó adeptos más al norte, en la parte latinoamericana más próxima a Estados Unidos.

En aquel documento, Roca argumentaba que el sistema de enseñanza superior en Argentina era anacrónico porque se basaba en el “derecho divino de los profesores”. La educación liberal había separado a la Iglesia del Estado y había barrido con el escolasticismo pedagógico, pero poco a poco generó una nueva subordinación del mundo universitario, esta vez, a las instituciones del poder político.

El movimiento estudiantil de Córdoba exigió una segunda separación: la de la Universidad del Estado por medio de la autonomía. Pero no era aquella la única demanda de 1918. En alianza con  el profesorado reformista, los jóvenes exigían la libertad de cátedra, la asistencia voluntaria, el compromiso con la sociedad a través de políticas eficaces de extensión universitaria, la investigación como un pilar de la vida académica y, lo más ambicioso entonces y ahora, la intervención del estudiantado en los concursos por oposición y en la elección de las autoridades docentes.

El movimiento originado en Córdoba, para fines de julio de 1918, ya tenía un efecto contagioso en Argentina, América Latina y el Caribe. En muchos países se crearon federaciones nacionales de estudiantes, que convocaban congresos donde se exigían los derechos de los jóvenes y se llamaban a las primeras huelgas. El reformismo universitario se entrelazó con el movimiento socialista, que impulsaba el triunfo de la Revolución de Octubre en Rusia y el nacimiento del primer Estado socialista.

José Arce, médico argentino y Rector de la Universidad de Buenos Aires, inició una serie de giras a principios de los años 1920 por América Latina, para dar a conocer la transformación que la reforma había producido en el régimen interno de las universidades suramericanas. Pasó Arce por México, cuando José Vasconcelos era Rector de la Universidad Nacional, y por Cuba, donde el joven socialista Julio Antonio Mella, fundaría muy pronto la Federación Estudiantil Universitaria y la Universidad Popular José Martí.

Otro suramericano, el peruano Víctor Raúl Haya de la Torre, fue también embajador de las ideas de la Reforma Universitaria en México y en Cuba. Haya estudiaba Derecho en la Universidad de San Marcos en Lima cuando estalló el movimiento cordobés. Rápidamente adoptó las principales exigencias del reformismo universitario e intervino en los primeros congresos estudiantiles peruanos. En 1923, de gira por México y Cuba, Haya defendió los valores de la autonomía universitaria, consagrados por el Manifiesto Liminar de Córdoba.