Acapulco: Anaya, dinero y tipo de cambio

El candidato del Frente por México llega a la emblemática reunión de banqueros agobiado por los señalamientos de ser partícipe de una red de lavado de dinero; y hablará en la 81 Convención de la Banca, luego del discurso de José Antonio Meade, quien seguramente le habrá propinado otro pinchazo verbal.

Habrá que ver si este es el momento en que Ricardo Anaya, como los buenos toros, se crece ante el castigo. La defensa del panista-perredista-naranja asegura tener el andamiaje legal para detener esas acusaciones e incluso revertirlas judicialmente. El abogado de Anaya, Ambrosio Michel, apunta que su representado no tenía obligación legal de saber el origen del dinero con que le compraron el terreno y bodega en el Parque Industrial, pues se trató de una operación ocasional y, por ello mismo, no estaba obligado indagar el origen de los dineros con que la firma Manhattan Masterplan le compró la propiedad. Ante la pregunta de “¿cómo fue que Anaya obtuvo 54 millones de pesos”, el ex procurador fiscal señala que tuvo 3 fuentes básicas; la hipoteca de su casa, ahorros personales y un préstamo sobre el mismo terreno de 7 mil metros. Y dado que los precios en ese Parque Industrial son en dólares, compró cuando estaba en poco más de 12 pesos el tipo de cambio y vendió a casi 19 pesos, ello constituyó la mayor parte de su ganancia de una inversión de 35 millones de pesos que se convirtió en 54 millones. En todo caso, ha dicho Michel, lo que le resta de actuación a la PGR es citar —que no invitar— a que comparezca el candidato y así discernir si amerita o no ser encarcelado. Veremos si no le tienen otro misil guardado.

CFE, toques. En el último informe de la Auditoría Superior de la Federación un dato poco revelado es el que refiere que el acuerdo con que se trasladaron viejos activos de generación eléctrica al Sindicado Mexicano de Electricistas de Martín Esparza —y que luego se aportaron a la sociedad El Fenix, donde se asocian con Mota Engil que lleva aquí Joao Parreira— le ahorró al estado mexicano unos 350 mil millones de pesos en pasivos laborales. Hay quien insiste en calificar de ilegal el acuerdo con que Segob acabó con ese conflicto legal y presupuestal para el Estado, cuando por otro lado existe un acuerdo entre la CFE de Jaime Hernández, una Transacción Bilateral Financiera (TBFin) para comprar sin licitación pública de por medio en casi 590MW durante 20 años a la planta de Tierra Mojada (Jalisco) propiedad de Fisterra —Black Sotone— que aquí lleva Enrique Jiménez y en la que se invierten 500 millones de dólares para cumplir ese objetivo. ¿Qué lo parejo no es chipotudo?

IMSS Occidente, 170mdp. Los ahorros generados en la operación del Seguro Social siguen aplicándose a beneficio de los derechohabientes; sólo en Centro Médico de Occidente, donde se atienden unas 5 millones de personas, el instituto a cargo de Tuffic Miguel invirtió más de 170 millones de pesos en ampliaciones y equipo de alta tecnología, como un resonador magnético para la detección oportuna de cáncer en niños.