Acuerdos contra el secuestro

Acuerdos contra el secuestro
Por:
  • larazon

Renato Sales H.

Tuvo lugar, a principios de semana, en Cuernavaca, Morelos, la 15ª reunión nacional del grupo de planeación y análisis estratégico para el combate al delito de secuestro. El grupo concentra a los titulares de las Unidades Especializadas Contra el Secuestro de todo el país (UECS). Las unidades son fruto del pacto por la seguridad y la justicia asumido por los gobernadores del país y el consejo de seguridad en el 2008, en la reunión que hiciera célebre Alejandro Martí: Aquella en la que dijo: “Si no pueden, renuncien”.

El delito de secuestro se encuentra sancionado en una Ley General, el tipo de ley, según la Corte, que se aplica concurrentemente en la Federación y en los estados. Esto es, que puede incidir válidamente en todos los órdenes jurídicos parciales que integran el Estado mexicano.

Las UECS se encuentran contempladas, también, en la propia ley: “Art. 41.—Las procuradurías deberán crear y operar unidades especiales para la investigación de las conductas previstas en esta ley, que contarán con ministerios públicos y policías especializados, recursos humanos, financieros y materiales que requieran para su efectiva operación. Estas unidades se integrarán con servicios periciales y técnicos especializados para el ejercicio de su función”.

Se reiteró en la reunión que las UECS se enfrentan al más doloroso, lacerante e indignante de los delitos. El más doloroso porque le duele a la víctima directa, pero también a los que lo rodean, a sus familiares, a los amigos; el más lacerante porque las heridas, físicas a veces, siempre anímicas, permanecen toda la vida, pese a todas las terapias. El más indigno porque toca en lo profundo la esencia de lo que consideramos más valioso en la persona humana: su libertad. Porque pretende convertir a una persona en una cosa, en un artículo de intercambio mercantil, en un objeto de lucro.

Se constató, también, la importancia de abordar nacionalmente el fenómeno a través de la construcción de una base de datos específica: Lo vemos en el día a día. De pronto el secuestrador opera en Veracruz pero vive en Puebla, el otro secuestra en Villahermosa y se refugia en Chiapas. Otro más opera en Tijuana y vive en La Paz. ¿Cuántos no forman parte de los grupos delincuenciales que además cobran “derecho de piso”, extorsionan, roban, comercian con mercancía informal?

Se reconoció la importancia de que las compañías telefónicas se apeguen a la ley de la materia y proporcionen la información que se solicita con rapidez. La posibilidad de contar con datos en tiempo real tiene, literalmente, una importancia de vida o muerte. Se acordó, igualmente, la elaboración de protocolos únicos en relación con la investigación del delito y la atención a víctimas.

Se destacó la necesidad de contar con mejores percepciones salariales y se definió un tabulador único para integrantes de UECS, mínimos de ingreso acordes con la responsabilidad y el grado de especialización que requiere el combate al secuestro. Se reconocieron problemas, pero también buenas prácticas, incluso del FBI, al explicar cómo las agencias norteamericanas lograron compartir y acopiar información útil al rediseñar, después del 2001, sus sistemas de inteligencia. Pero lo más importante, quizás, es que a la mesa de trabajo se integraron los representantes de la sociedad civil. Esa incorporación a los trabajos implica, en sí misma, una forma diversa de entender la labor de las agencias gubernamentales. Empieza a entenderse que la generación de redes de atención, en sustitución del modelo de suprasubordinación, propiciará vínculos auténticos con los ciudadanos, Esos nexos son los que propician confianza, los que permiten romper círculos perversos, los que hacen posible que las víctimas se acerquen a la autoridad.

Transcribo el acuerdo quinto de la reunión de UECS: “Los participantes aplaudimos la incorporación a la mesa de trabajo de representantes de México Unido contra la Delincuencia, México SOS y Alto al Secuestro y consideramos que las aportaciones vertidas en la mesa de trabajo nos ofrecen un panorama más amplio que nos impulsa en la búsqueda de mejores resultados en beneficio de la sociedad”.