Ahora Papantla

Ahora Papantla
Por:
  • javier_solorzano_zinser

Nos dice doña Blanca Ninfa Cruz Nájera, madre de Alberto Uribe Pérez Cruz, de 19 años, a quien la policía municipal de Papantla secuestró y desapareció el 19 de marzo pasado en la mañana.

“¿Que cómo estoy? Quisiera decirle que estoy bien, pero con todo esto no puedo decirle que estoy bien… No creo ni en el gobernador ni en el presidente municipal; bien saben los dos lo que pasa en la ciudad y no han hecho nada, que porque no se han presentado denuncias en contra de nadie. No les importa que la policía robe, secuestre y torture, que porque nadie denuncia nada”.

Esta historia tiene muchos vericuetos, pero al final de todo lleva al mismo lugar: impunidad, ausencia del Estado de derecho y a la corrupción, las grandes constantes en la vida diaria de Veracruz.

Las versiones más acabadas sobre la desaparición de Alberto Uriel y de su amigo y vecino Beto coinciden en que se habían encontrado con un grupo de manera circunstancial en un antro la noche del 18 de marzo. Siguieron “la fiesta” y por la mañana Alberto en un auto rojo que era de uno de “sus nuevos conocidos”, con quien estaba en el antro y con quien habían “tomado toda la noche”, fue a ver a su novia, Brisa.

La joven cuenta que estuvieron discutiendo pero que al final se “arreglaron”.

Se despidieron para “verse al rato”. Brisa lo vio irse cuando unos policías lo persiguieron. Se presume que Alberto trató de huir a sabiendas de que estaba “tomado”.

A pesar de ello fue detenido. Los policías lo bajaron violentamente del “auto rojo” junto con Beto para subirlos a la patrulla, a decir de Brisa y otros testigos, quienes pudieron observar lo que pasaba; era como a las diez de la mañana del 19 de marzo.

El auto, se supo ese mismo día, había sido robado con violencia, según la denuncia de la persona afectada. Digamos que hasta aquí todo tiene una cierta lógica: se reporta un auto robado, se le localiza y se aprehende a los que van en él.

Para continuar con la lógica legal el siguiente paso era que la policía los presentara ante el Ministerio Público a fin de que éste determinara el status jurídico de los detenidos. Sin embargo, no fue así, como ocurrió en Iguala y en Tierra Blanca.

Según versiones de testigos, los jóvenes fueron bajados más adelante de la patrulla y subidos violentamente a otro vehículo, el cual no era oficial; lo que pasó con Alberto y Beto a partir de ese momento no se sabe.

Doña Blanca Ninfa Cruz ha vivido a desde entonces una pesadilla interminable. Fue a la policía y le dieron largas asegurándole que no tienen reporte de persecución alguna, cuando ésta fue a la vista de todos, a lo que se suma que se presentó el número de patrulla que detuvo a los jóvenes.

Fue hasta que llegaron las autoridades federales a Papantla cuando los familiares de Alberto y Beto fueron atendidos seriamente y con respeto. “Las autoridades de la ciudad nunca nos tomaron en serio, no tienen vergüenza”, expresaron.

Nos dice con firmeza y dolor doña Blanca: “si mi hijo cometió un delito que lo metan a la cárcel, pero que me lo presenten vivo; él sabe que lo iré a ver”.

 RESQUICIOS. Así nos lo dijeron ayer:

No es difícil saber dónde y cómo se lava el dinero. Hay 3 momentos para hacerlo: 1. La colocación, 2. Estratificación para cambiar el origen del dinero, 3. Reutilización para de nuevo colocar el dinero sin dejar huella. Es realmente difícil que alguien solo pueda lavar 300 o 400 mdd, como asegura la autoridad que hacía Juan Manuel Álvarez Inzunza, (a) El Rey Midas, supuesto operador de El Chapo. Se requiere de una gran formación profesional y capacidad para hacerlo, sin menosprecio del personaje, quien parece joven para ello, tiene 34 años. A Joaquín Guzmán se le han confiscado entre 41 y 45 mdd; cuesta trabajo creer lo que dicen: Martín Barrón Cruz, profesor investigador Inacipe.

solorzano52mx@yahoo.com.mx

Twitter: @JavierSolorzano