Alcohol y motocicletas

Alcohol y motocicletas
Por:
  • larazon

Gil Gamés

Con la novedad de que el gobernador Graco Ramírez ha descubierto los motivos de la inseguridad que asuela (gran verbo) al estado de Morelos. Los hombres de ese gobierno se han devanado los sesos y, al final, han concluido esto: el alcohol y las motocicletas son los culpables directos de la catástrofe que vive ese estado. ¿Quién le habrá vendido a Graco esta idea de tres pesos y centavos?

El gobernador parecía más o menos sensato, pero diantres: alcohol y motos, de las que ruedan, han descompuesto la vida de los morelenses. “Desde que asumimos el gobierno del estado hemos iniciado más de 5 mil averiguaciones previas por diversos delitos en los que se involucran las motocicletas. 4 mil 212 casos fueron robo; en 94, homicidios dolosos y en mil 196 casos era narcomenudeo”. Solución: desaparecer las motocicletas. Y qué le hace pensar al gobernador que estos delitos no se cometerán en bicicletas, en triciclos, en carrozas. Nada penetrará esta lógica indestructible, ni un taladro neumático. Gran solución contra la inseguridad. Caracho.

En una cruzada tremebunda, el gobierno del estado impondrá medidas durísimas para terminar de una vez y para siempre con la inseguridad: en Temixco, Xochitepec, Cuernavaca, Emiliano Zapata, Cuautla, Huitzilac, Jiutepec y Tlaltizapan se “homologarán normas para limitar el consumo del alcohol y regular su venta”. Gil caminó sobre la duela de cedro blanco y se dio un tope de los fuertes en el muro sur del amplísimo estudio: soc!

En un momento de exaltación republicana, Graco dijo: “El Gobernador de Morelos asume la responsabilidad de esta decisión. No hay marcha atrás. Vamos a recuperar la paz con la ayuda de los municipios. Estamos juntos y unidos en esto”. Como dicen algunos jóvenes: o sea, wey, los bebedores son los culpables de las matazones en Morelos y los motociclistas de la ola de secuestros. ¿En qué cabeza cabe? Oiga, Graco, deje usted en paz el trago y las motos e investigue al crimen organizado y su red de complicidades.

“La situación exige una estrategia de medidas enérgicas y centralidad en el mando”, dijo el gobernador. ¿Y si en lugar de detener a las motocicletas, se detuviera a los que las conducen? No estaría nada mal. Mientras tanto vamos a meter a la cárcel a las motos. Una “estrategia enérgica”: a esta Honda se le condena a 20 años de prisión; si la motocicleta guarda buena conducta, podría salir en libertad a los 12 años. Por lo demás, las once de la noche será el límite para la venta de alcohol y las 3 de la mañana, la hora límite para vender en los bares. Más prohibiciones a las prohibiciones.

Esta estrategia de Graco debería patentarse. Que se sospecha que los delincuentes se trasladan en camiones a cometer sus ilícitos, muy fácil, desaparezcan los camiones y arreglado el problema. ¿Cómo la ve, gobernador? (no empiecen). De ahora en adelante, los conductores de motocicletas deberán llevar chalecos fluorescentes con el número de las placas en el casco. Falta algo, un letrero que diga: soy narcomenudista; o bien, soy secuestrador. Gamés considera que de esta forma la policía podría atrapar a los delincuentes.

Los habitantes de Cuernavaca han salido a las calles a exigir que cesen los secuestros. Los médicos y las enfermeras piden que paren las extorsiones y secuestros a los miembros de su gremio y la estrategia del gobernador Ramírez consiste en prohibir el alcohol y las motocicletas. ¿No estamos locos?

La máxima de Chabrol espetó dentro del ático: “La tontería es infinitamente más fascinante que la inteligencia. La inteligencia tiene sus límites, la tontería, no”.

Gil s’en va

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