Alfredo Castillo para Gobernación

Elisa Alanís.

Luego de conocer la estrategia de Alfredo Castillo Cervantes al frente de la Procuraduría Federal del Consumidor y algunos de los operativos que ha realizado no estaría mal que en áreas de seguridad pública tomaran nota.

La Profeco ahora actúa con un programa sectorizado, que toma en cuenta la demanda de los consumidores de acuerdo a la época del año. Apuesta a la disuasión preventiva. “El éxito no es sancionar a más sino que haya menos prácticas abusivas… porque al final todos se dieron cuenta que no lo podían hacer”, comentó Castillo. Rompe la costumbre. Ha clausurado y multado, no sólo a pequeñas empresas, sino también a las más poderosas. Crea programas de denuncia inmediata, como Profeco en 30. “Buscamos una aplicación que desde tu teléfono tú llegues y lo que está pasando lo mandas.

En menos de 30 minutos llega el verificador y entonces ahí hay lo que se llamaría en materia penal flagrancia.”

Alfredo Castillo asumió la titularidad de la institución en abril, luego del cese de Humberto Benítez Treviño por el escándalo que armó su hija, la famosa Lady Profeco.

Se veía como un premio de consolación a un joven ex procurador del Estado de México y subprocurador de la República. No parecía atractivo dejar las grandes ligas y transitar de la PGR a una procuraduría administrativa. Y aprovechando la amplia libertad de actuación que el Presidente le otorgó, dio otra dimensión a la Procuraduría del Consumidor.

¿Se podría aplicar y hacer algo similar en tareas urgentes, delicadas y complicadas como el combate al crimen y la inseguridad? Porque en la impartición y procuración de justicia parece que todo sigue igual. Como escribí en otro momento, estamos frente a la misma estrategia del sexenio anterior, corregida y aumentada.

Este martes, el Comisionado Nacional de Seguridad de la Secretaría de Gobernación, Manuel Mondragón y Kalb, presentó su informe de labores. Ni frío, ni calor. Datos y números que mantienen a los policías federales en un bajo perfil.

Se podría pensar que eso no está nada mal después de las locuras, tipo Durazo o García Luna Productions, de antaño. Pero lo virtuoso de la inacción en un momento de reestructura, evaluación de confianza y reorganización tiene tiempos acotados.

Es hora de una nueva generación de servidores públicos que, además de la probidad, estén dispuestos a actuar y a dar resultados inmediatos.

Las intenciones, calidad moral y honestidad de los funcionarios están siempre a prueba y en entredicho. Y es claro que no es lo mismo enfrentar a las huestes de Ronald McDonald que a las del Chapo Guzmán, pero luego de escuchar esta semana a Castillo Cervantes y al Dr. Mondragón me quedo con los resultados, la visión, la imaginación y la estrategia del procurador federal de los consumidores.

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