AMLO jala la marca en la agenda antigay, antiaborto

¿A poco es sincero Mikel Arriola al mostrarse en contra de los matrimonios igualitarios y la adopción entre personas del mismo sexo? ¡Por favor! Su jefe, el Presidente Enrique Peña, envió al Congreso una iniciativa para permitir el matrimonio igualitario y la adopción de niños por parte de parejas gay.

Por supuesto que se trata de una agenda electorera del candidato del PRI en la CDMX, jaloneada por el éxito en las encuestas que le ha propiciado a AMLO su posición retrógrada ante el aborto, los matrimonios igualitarios y la adopción. Es decir: la agenda antiprogresista de AMLO marca el paso.

AMLO ya advirtió que la interrupción legal del embarazo y los matrimonios entre personas del mismo sexo no son temas que vaya a incluir en sus propuestas de gobierno, porque son “algo no tan importante”. Y se alió con el Partido Encuentro Social, un partido confesional y reaccionario de derecha.

En cambio, la iniciativa del Presidente tuvo una pésima recepción a nivel nacional en 2016, al extremo de que fue una de las causas que provocaron la derrota del PRI en siete de las 12 elecciones para gobernador ese año, debido al activismo que hizo la iglesia en contra de la iniciativa.

Es decir: ser progresista no es lo de hoy. Importan más los votos y Mikel Arriola se hace de una agenda conservadora para captar los votos de los militantes panistas conservadores de la capital, que están en contra de que su partido se haya aliado con el PRD, que sí defiende el matrimonio gay.

“En contra de la adopción para parejas del mismo sexo, a favor de una ciudad de los valores familiares, la CDMX no será más la ciudad del libertinaje, vamos a proteger la vida humana desde su concepción hasta la muerte, no a la mariguana, más que para uso medicinal...”, todo eso prometió ayer Mikel Arriola.

Es uno entre muchísimos daños de AMLO a la política nacional, a la cual rebajó la calidad con propuestas populistas encaminadas sólo a encontrar la vía para llegar al poder: regalar dinero, oponerse a los derechos de las minorías, no condenar a las dictaduras, descafeinar la ideología...

El discurso de Arriola es un ejemplo, pues lo iguala al de AMLO, aunque sea una incongruencia descomunal: quitar a la CDMX su condición de espacio de las libertades, de la equidad de género, de respeto a las minorías, con aborto hasta la semana 12 de gestación, matrimonios gay...

Arriola se coloca erradamente a la derecha, reproduciendo los estatutos panistas que calcan la definición católica de vida y muerte y niegan la libertad a las personas para elegir qué hacer con sus cuerpos.

Y todo porque AMLO jala la marca.