AMLO, más intolerante que Trump

Amenaza contra la libertad de expresión en México se cierne por lo que podría ser la Presidencia de AMLO si gana la elección en 2018: en un arranque de intolerancia el dueño de Morena anunció que demandará judicialmente al diario estadounidense The Wall Street Journal por “calumnias” en su contra, por el reportaje de sus dos propiedades que no declaró en su 3de3.

“El Wall Street Journal me calumnió y favoreció a la mafia del poder en México, léase Salinas-Calderón. Demandaré judicialmente al periódico (…). Si ganamos juicio al WSJ por daño moral el dinero se destinará a los 15 mil niños hijos de migrantes que cada año son deportados de Estados Unidos”, dijo AMLO.

Amago que hace ver moderado incluso al candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, quien el pasado 18 de septiembre indicó: “Mis abogados quieren demandar a The New York Times por sus intenciones irresponsables. Les dije que no, por ahora, pero lo están evaluando. Realmente repugnante”.

AMLO no soporta que la prensa documente sus incongruencias, mentiras y corruptelas, como el caso de su exsecretario particular, René Bejarano, pillado en video embolsándose fajos de dólares. Y ahora va a demandar al rotativo estadounidense. Un preludio de lo que le puede ocurrir a la prensa mexicana si llega a la Presidencia.

Entonces sí, los medios y periodistas que osen criticarlo o exhibir sus excesos serán sujetos a juicios, en el mejor de los casos, porque en la tradición de los gobernantes en que se inscribe AMLO, como Nicolás Maduro, se expropian medios, se inventan cargos a los comunicadores o se les obliga a exiliarse.

Lo peor es que sus opinadores tienen la desfachatez de acusar al actual Presidente, Enrique Peña, de coartar la libertad de expresión, cuando éste ni siquiera demandó, al inglés The Guardian por los dos reportajes en que acusó “conflicto de intereses” de la Primera Dama, Angélica Rivera de Peña, con un “potencial” contratista de la administración, el cual resultó no ser tal y el diario debió disculparse.

No ven más allá de sus filias, fobias e intereses extraperiodísticos. Hasta que a ellos los alcance la intolerancia de su líder.

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A paso de tortuga va la comisión anticorrupción del PAN, creada hace casi un año por Ricardo Anaya, para sancionar al exgobernador de Sonora Guillermo Padrés, investigado por la PGR por un desfalco de 32 mil millones de pesos al erario.

Y el chico maravilla sólo sabe decir: “el procedimiento está en curso y, que quede muy claro, no vamos a defender a nadie que haya cometido un acto de corrupción, vamos a ir hasta las últimas consecuencias”.

Traducción: esperen sentados.

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Revés monumental recibió el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, en el referéndum con el que buscaba avalar los acuerdos de paz con las FARC. El 50.2 por ciento votó por el No, cuyo mensaje es un rechazo a una paz sin justicia.

También las casas encuestadoras: fallaron totalmente en su pronóstico del 80 por ciento a favor del Sí. Justifican que a la gente le dio pena decir que votaría por el No.

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