Asumir la pérdida y apostar por la ganancia

Asumir la pérdida y apostar por la ganancia
Por:
  • larazon

Alejandro Arbide

El 12 de junio comienza el Mundial. Un mes antes se deberá tener más o menos claro quiénes irán a Brasil. Así que solo quedan tres meses para saber quiénes son esos 23. O sea, solo quedan tres partidos de preparación. Y, a pesar de la urgencia, probablemente somos el único equipo de los 32 que no tiene ni idea de quiénes son los titulares.

Ahora que tanto el director de selecciones como el director deportivo de la selección, el director técnico del Tri y el auxiliar principal de Miguel Herrera andan por Europa platicando con los jugadores mexicanos, ha trascendido que se va a llamar prácticamente a todos los “europeos” para el juego contra Nigeria el 5 de marzo. Está bien. Pero no creo que se requiera llamar a todos, salvo que estimen que hay tiempo de sobra para seguir ensayando o que hay tiempo para poner a jugadores a competir por puestos.

No es malo que compitan, lo increíble es que todavía no hay un equipo base. La selección debe encontrar su mística, ya. Cada jugador debe ubicarse en su posición. Debe saber cómo se mueve cada uno de sus compañeros y formar así un juego de conjunto de acuerdo con lo que el técnico esté buscando. Todo esto, en solo tres partidos de preparación.

Si, como parece, la selección estará compuesta por una mezcla del León y América, entonces lo mejor será buscar el juego de conjunto utilizando, ya, a estos jugadores y dejando espacio para realizar pequeños ajustes. Es parte de la pérdida que debemos asumir por el fracaso de la era del Chepo.

Empezar a jugar bien es la prioridad durante el partido contra Nigeria.

Recordemos que el equipo requiere recuperar la confianza y eso se logra precisamente jugando bien. Y para esto se requiere contar con una media confiable y eficaz. Es ahí donde el equipo debe centrarse. Para buena fortuna la media está lista y jugando bien. Son los tres del León.

Es verdad que Guardado y Aquino son probables titulares en la media para Brasil. Incluso puede serlo Brizuela. Pero la urgencia obliga a tomar decisiones que tienen un costo. En este caso, es dejar en la banca —momentáneamente— a dos buenos jugadores para así apostar por crear un juego de conjunto. Se trata de buscar pequeños ajustes dejando que la media haga lo que sabe hacer bien en el León: jugar en equipo. Y no ocupar este escaso tiempo moviendo aquí y allá y en todas partes.

 +2. Al no haber un cuadro titular aproximado, se pueden colar uno o varios jugadores que no son los mejores en su puesto, o que no lo son para el estilo de juego que se busca. Ahí es donde se puede colar un jugador mediocre que acabe por causar un doble daño; como en el Mundial de Sudáfrica, en el que el Bofo, además de ocupar un puesto titular, acabó por jugar en la zona de un talentoso goleador como lo era Carlos Vela.

Twitter: @arbide09