Banxico: ¿Por retrasar la convergencia?

Banxico: ¿Por retrasar la convergencia?
Por:
  • larazon

En un contexto donde los precios internacionales de materias primas se encuentran en niveles muy elevados y la actividad económica en Estados Unidos parece recuperarse a un ritmo más acelerado de lo anticipado; el comunicado de política monetaria publicado el viernes pasado en México no fue ni remotamente aburrido.

Tal y como era ampliamente anticipado, el viernes el Banco de México optó por mantener sin cambio la tasa de interés de política monetaria en su nivel actual de 4.50 por ciento. Sin embargo, también como anticipábamos, el tono del banco central resultó todavía más inclinado hacia las presiones inflacionarias -en comparación con la última reunión de política mentaría del año anterior.

A pesar de ello, tenemos que admitir que en particular las preocupaciones por las posibles presiones inflacionarias a nivel local asociadas a los precios internacionales de las materias primas resultaron (en la visión del banco central) menos relevantes respecto a lo que habíamos adelantado.

El tono más sesgado a las preocupaciones inflacionarias vino del reconocimiento de que la brecha de producto (diferencia entre el Producto Interno Bruto observado y su trayectoria de largo plazo) podría abandonar el terreno negativo durante la segunda mitad de este mismo año. Más aún, se reconoce que la demanda interna muestra una expansión más “notoria y generalizada”.

 Leyendo entre líneas, es razonable suponer que a la par de una brecha de producto del lado positivo, las presiones al alza sobre los precios locales podrían estar presentes de manera más clara en 2012.

Fue notorio que el Banco de México hizo un claro esfuerzo por tranquilizar a los mercados respecto a la significancia de los altos precios de las materias primas a nivel internacional y su impacto en la inflación local. En resumen, el Banco de México optó por listar una serie de factores que se encuentran jugando en contra de una inflación más alta. Entre éstos sobresale el papel de un peso mexicano más apreciado respecto al dólar y su apoyo a condiciones monetarias más restrictivas.

A pesar de lo anterior, el banco central no desestimó del todo las presiones inflacionarias provenientes de materias primas. Esto al elevar la importancia de este factor en su lista de posibles riesgos inflacionarios y mencionar que vigilaría de cerca particularmente los precios de los granos y otras materias primas.

 Más importante aún, la Junta de Gobierno decidió omitir el periodo el que espera que la inflación converja al 3.0 por ciento. Todavía en su última reunión del año pasado se hizo explícito que sería a finales de este año. ¿Quiere esto decir que el Banco de México se encuentra abriendo sus opciones caso de que de nueva cuenta los choques de oferta del exterior con impacto inflacionario vuelvan a forzarlo a posponer la convergencia? Si este es el caso, es importante tener en mente que el banco central siempre tiene la opción de realizar alzas preventivas en su tasa de referencia o iniciar de manera más temprana un ciclo de alzas -aunque esta última opción requeriría de evidencia de que las presiones sobre precios asociadas a las materias primas mostraran signos de impacto generalizado en los precios locales.

Por último, el gran ausente del comunicado fue la referencia a los impactos que la nueva metodología de cálculo del INPC tendría sobre la inflación y sobre sus prospectos de trayectoria. Es importante tomar en cuenta que algunos de estos cambios podrían implicar una inflación más baja que la que resultaría de su anterior metodología. Esperemos que este punto se aclare el día de hoy, cuando está programado que el banco central libere un documento meteorológico extenso. Habrá que estar pendientes…

jvirgenroj@banamex.com