Bellas de noche

Bellas de noche
Por:
  • larazon

Mónica Garza

El 2015 puede ser el año en que se revivan en el mundo del arte, desde una óptica distinta, las décadas de los 70 y 80 a través de un documental que se está preparando sobre lo que fuera el mundo mágico, sensual y hasta prohibido de las Vedettes en México.

Las legendarias Olga Breeskin, Lyn May, Princesa Yamal, Princesa Lea, Wanda Seux y Rossy Mendoza serán las protagonistas de una mirada profunda que viaja desde la decadencia y el olvido al que las sometió el paso del tiempo, en un camino de regreso a la fama, el cuerpo del deseo, las joyas, los amantes poderosos y el intenso brillo de las marquesinas.

Bellas de Noche pretende ser el retrato íntimo de seis mujeres que marcaron una época que hoy sólo vive en sus profundas nostalgias.

La idea surgió de los recuerdos de infancia de María José Cuevas, la hija menor del pintor José Luis Cuevas, que desde niña quedó marcada por los lienzos de su padre, su rebelde sin-censura, su vicio por las mujeres e incluso la lujuria que con naturalidad ejercía desde su estudio, donde ensimismado ignoraba la mirada asombrada de su hija que escondida lo atestiguaba por horas.

“Yo recuerdo que crecí viendo un libro sobre mi papá donde él salía dibujando a una mujer desnuda. A los cinco años yo veía ese libro y me preguntaba “¿qué hace mi papá en estas fotos con esta mujer desnuda? .. Esa mujer era la vedette Rosy Mendoza.

Es como un recuerdo de infancia, a partir de que mi papá tenía esta obsesión y cercanía con las rumberas de los cincuentas, que eran sus amigas. Siempre que yo llegaba a mi casa había alguna de ellas. Entonces yo crecí con esta familiaridad con las rumberas.

Mis papás me llevaban al Teatro Blanquita cuando yo tenía 10 años. Y era mi lugar favorito. Imagínate que mientras mis compañeritos de la escuela se iban al cine a ver La Guerra de las Galaxias, a mí me llevaban al Blanquita a ver a Lyn May y a Sasha Montenegro”.

Recuerda María José con travesura y nostalgia desde su departamento de la colonia Condesa donde dice que desde hace 4 años desayuna, come y cena fotografías y anécdotas de las que fueran las reinas del cine de ficheras, preparando un documental que se ha vuelto para ella más que un testimonio para la historia, casi una obsesión catártica.

“Empecé a buscar a todas estas mujeres en el 2009. Olga Breeskin me dijo que no le interesaba. Y estuve de terca mandándole mensajes por meses hasta que la convencí de que me aceptara una cena para conocerla y explicarle el proyecto.

Ella estaba saliendo de una depresión terrible. Estaba escondida de los medios y con mucho miedo. Me pidió que le diera seis meses para empezar a grabar y en esos meses se puso a dieta, consiguió quien le prestara ropa y fue como un motor más para su rehabilitación.

Creo que es algo que se repitió en todos los casos. A todas les devolvió la vida volver a tener una cámara enfrente, pero una cámara amiga, porque fue una cámara llena de complicidad”.

Son 180 horas de grabación en la vida cotidiana de quienes fueran las estrellas de ese capítulo a veces oscuro de la historia del espectáculo en México.

El burlesque y el teatro de revista donde reinaba la ficha, los precios adulterados y los políticos que mostraban su poder sentando a su mesa a las estrellas del show. Esas que desde el olvido recuerdan una historia que sin duda supera con mucho a tantos guiones que interpretaron en el cine de ficheras.

Bellas de Noche valdrá la pena porque llegará a la pantalla grande con dos tesoros: la historia que se cuenta en primera persona por las que fueron las protagonistas de un época que nunca volverá, y la que se cuenta desde la madurez adolorida de la mirada de una niña, que busca enfrentar con esto el amor y el dolor con los que sobrelleva la ausencia presente de su padre.

monica.garza@razon.mx

Twitter: @monicagarzag