“Buenos vecinos”

Javier Solórzano Zinser

La crisis humanitaria de los niños migrantes, así la llaman algunos legisladores estadounidenses, ha entrado en un impasse, en el cual si bien se habla de ella, la situación no cambia. En la Unión Americana están metidos en una discusión que parece interminable.

Por una parte, el Congreso ha tomado la decisión de que en este año no habrá reforma migratoria, al tiempo que quieren demandar a Barack Obama, quien anda en sus niveles más bajos de popularidad desde que llegó a la presidencia.

Por su parte, el mandatario quiere irse por la libre y quiere resolver el problema con el Congreso o sin él. The New York Times, en un hecho poco común, le pidió al Congreso que le otorgue su apoyo a Barack Obama en el tema de los niños migrantes mexicanos y centroamericanos.

A estas alturas las razones por las cuales se incrementó de manera dramática la migración pueden ser secundarias. Lo importante es qué hacer con los niños, se calcula que rebasan los 50 mil, y cómo defenderlos de las manifestaciones de grupos radicales estadounidenses, de la llamada América Profunda, que los quiere materialmente correr; la crisis de gobernabilidad de Obama ya tiene otro frente con los niños migrantes.

Mientras en EU debaten el tema, pensando en cómo someter a Obama y cómo ir ganando posiciones de cara a las futuras elecciones, en nuestro país el Presidente sigue apareciendo distante ante el problema. Si bien el canciller se ha movido en la zona y ha estado en comunicación con sus pares esto no cambia la situación, de nuevo se sigue actuando hasta donde EU lo determina, siendo que el problema es de todos y todos tienen que estar en la búsqueda de soluciones.

Como ha venido sucediendo a lo largo de muchos años, el tema migratorio se reconoce como multilateral, pero México influye y cabildea poco o nada ante las decisiones que toma el Congreso o el gobierno de EU. A estas alturas el Presidente y su esposa deberían haber visitado a los niños para manifestarles su interés por el tema, al tiempo de ser solidarios con ellos. En general la indignación nacional ha terminado por ser de palabra más que de hechos concretos; estamos a nada de que el tema sea parte de los asuntos regulares entre Centroamérica, EU y México.

El tiempo está pasando y el problema se agudiza por las presiones internas en EU. México tiene que pasar a la ofensiva y dejar de ser, como lo ha sido a lo largo de décadas, un simple buen vecino que toma distancia bajo el supuesto del respeto a lo que EU decide. No se puede pasar por alto que en este caso son niños y están decidiendo por nosotros y sobre nosotros.

 RESQUICIOS... Así nos lo dijeron ayer.

* Los nuevos partidos están en medio de una puerta giratoria, si no obtienen el 3% de votos saldrán por donde entraron: Ciro Murayama, consejero del INE.

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Twitter: @JavierSolorzano