Carta dirigida a Jorge Ramos (¿y las pruebas qué?)

Carta dirigida a Jorge Ramos (¿y las pruebas qué?)
Por:
  • larazon

Carlos Alazraki

Estimado Jorge:

Aunque no tengo el gusto de conocerte personalmente, te conozco perfectamente a través de tu trayectoria

en Univisión.

Siempre he pensado que eres una persona objetiva y amable con los televidentes. Tus éxitos ahí están, y tu premio de hace dos semanas lo confirma. También entiendo que te fuiste de México al terminar tu carrera en la Ibero y que nunca trabajaste en serio aquí. Tu historia en este país es nula y dudo que la termines escribiendo acá.

Me queda muy claro que tu vida allá es más cómoda en todos los aspectos. Desde leer noticias en un noticiero hasta vivir muy rico por allá. Sin embargo, la razón de escribirte mi Carta Semanal no es para halagarte ni tampoco para reconocer tu brillante trayectoria. Es simplemente para reclamarte por los comentarios que hiciste en esa entrega de premios. Empezando por tu lenguaje corporal, que delató que no estabas muy convencido de lo que decías.  Sí, Jorge, porque en este tema del lenguaje corporal, la sinceridad o la mentira se reflejan inmediatamente.

En segundo lugar, porque volviste a acusar al gobierno federal sin ninguna prueba. Simplemente te referiste a las difamaciones de algunos de tus colegas como si éstas fueran reales. Y te aclaro, Jorge, lo que pase o lo que deje de pasar en Los Pinos me es totalmente indiferente. Y también entiendo muy bien que percepción mata realidad, pero de eso a acusar a una persona sin pruebas, se me hace muy cobarde y de un muy poco hombre.

Y eso fue lo que me sacó de onda de un periodista como tú. Decir una sarta de idioteces basadas en la percepción y los chismes y no en la realidad. Mira que pedirle la renuncia al Presidente de un país en el que no vives es muy cobarde y de un muy poco hombre.

Aunque también entiendo que periodista periodista tampoco lo eres. Porque si lo fueras, hubieras investigado mucho más. Eres más bien un excelente conductor de noticieros que lee lo que el director editorial de Univisión te ordena leer. Ya sabes, como si fueras el muñeco del ventrílocuo del editor.

Déjame continuar. También me sacó de onda cómo te desgarraste la ropa para defender a Carmen Aristegui, cuando sabes perfectamente bien que ella la regó absolutamente y que por eso fue despedida —por cuarta vez— de un trabajo. Y también me molestó mucho cómo desde Estados Unidos te atreves a criticar la libertad de expresión cuando tus amadas Lydia Cacho y Denise Dresser la practican todos los días. Lo mismo Ricardo Raphael, quien cobra con la derecha y escribe con la izquierda: el viernes dio una conferencia a voceros del gobierno federal y ayer escribió una columna titulada “#PeñaNietoTieneQueIrse”.

Y hablando de estas tres “joyitas”: Como gran investigador que eres...

¿Dónde estabas cuando ellas y tú se callaron y no protestaron por los ataques antisemitas que un colega de ustedes sufrió porque no se subió al circo de tres pistas de Carmen Aristegui? ¿Por qué no abrieron el hocico para protestar cuándo pintaron una suástica en la casa de ese colega? ¿Por qué han sido tan cobardes? ¿Por qué?

Yo sí sé: Porque ustedes son una sarta de oportunistas. Ésa es la verdad. Porque si fueran serios, estarían protestando y mentando madres por lo que pasó. Como la gran mayoría de tus colegas sí protestó en la radio, la televisión y en los

medios impresos.

Para que te enteres, Jorge: La verdadera censura que sufrimos en México es la de ustedes. Porque si ustedes no están de acuerdo con las ideas de otros, los tienen que madrear. Ustedes son la única bola de iluminados. Nadie más.

¡Qué absoluto horror! Son absolutamente una bola de farsantes motivados por sus

propios intereses.

Así de fácil. A mí no me espanta. Y una última pregunta: ¿Por qué no tienes los mismos pantalones de Carmen y abres un Latinoleaks y le agregas by Univisión? La respuesta es muy fácil. Porque te corren a patadas...

razon@alazraki.com.mx