Chun-ta-chun-ta-chun…

Mauricio Flores

Este fin de semana Tuny, de Antonio Suárez, pondrá en marcha uno de los tres barcos atuneros que le fueron asignados durante 2010, luego de que México obtuvo la operación de 8 nuevos buques tras de que la flota de pesca nacional acreditara que cumple cabalmente con la denominación Dolphin Save.

En la asignación de permisos-buques, 4 fueron para el principal productor de atún de México, Grupo Dolores de Eleovigildo Carranza y uno más para Herdez que encabeza Héctor Hernández-Pons. Los ocho navíos, incluyendo el Gijón que se hace a la mar desde Manzanillo este fin de semana, fue fabricado en los astilleros bilbaínos Armón en un contrato que sumó 200 millones de dólares. Se pudieron haber construido en astilleros mexicanos pero debido a la carga del IVA, resultó más competitiva la fabricación en España con el respaldo con el Ministerio de Fomento que hoy encabeza Ana Pastor.

Hoy México produce unas 190 mil toneladas de ese alimento (del cual 90% se consume enlatado en el mercado doméstico) y dada las buenas prácticas pesqueras está en posibilidad de exportar a EU y sin necesidad de dumping alguno vender un precio casi 60% inferior al promedio de aquel país.

 Adiós Samba, adiós .Elektra, del Grupo Salinas que comanda Ricardo Salinas Pliego, optó cerrar operaciones en Brasil dada la crisis económica que afecta aquella nación no obstante el intenso esfuerzo del gobierno de Dilma Rousseff: el PIB puede decrecer 1% este año y 2016 es totalmente incierto en tanto que la tasa de desempleo se elevó 65% en un solo trimestre en tanto que el Real se ha depreciado 20% frente al dólar y la inflación duplica las estimaciones de su banco central. Luego de 7 años de operación en aquel país, la firma que dirige Mario Gordillo garantiza los recursos para hacer frentes a sus obligaciones con clientes y trabajadores. Vaya, Elektra ha contado con el apoyo de la embajadora Beatriz Paredes, de la cancillería de José Antonio Mead, Banxico que gobierna Agustín Carstens y de la CNBV a cargo de Jaime González Aguadé en el cierre de operaciones y en espera de mejores tiempos para aquella entrañable nación.

 Ganó Pancho Pantera. En el debate que el miércoles en la noche realizaron los aspirantes a la gubernatura de Querétaro, el ganador tiene un nombre: Pancho Domínguez. Tal vez su estilo pretencioso y bailarín tipo Mohamed Alí no guste a muchos, pero su efectividad fue palpable: propuestas concretas para recuperar la seguridad en una entidad clave del país, estimular la actividad de las constructoras con transparencias y rendición de cuentas (cosa que realmente se extraña) con la CMIC que lidera Gustavo Arballo. Y de pasada propinar un fuerte izquierdazo a su rival Roberto Loyola en materia de transparencia personal y quién no ha podido explicar su participación en el fideicomiso170074421 que compró tierras frente al aeropuerto de la entidad y que mágicamente cambió su uso del suelo cuando se convirtió en funcionario público.

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