Clara Brugada y los feminicidios en Iztapalapa

Clara Brugada y los feminicidios en Iztapalapa
Por:
  • ruben_cortes

Durante la gestión de Clara Brugada en Iztapalapa, esa delegación se convirtió en el noveno municipio con más feminicidios en México, según Naciones Unidas, con 29 casos: ahora Brugada busca un lugar en la Asamblea Constituyente.

El desastre de su ejercicio está asentado en el informe “La violencia feminicida en México”, elaborado por ONU Mujeres 2011, y resultó la primera ocasión en que una demarcación del DF entró a esa lista macabra.

Sin embargo, con el sustituto de Brugada, el perredista (y ahora diputado federal) Jesús Valencia, a Iztapalapa le fue aún peor en el tema de feminicidios, pues en 2014 subió al séptimo lugar nacional, aunque con menos casos (27).

En la Iztapalapa de Valencia cayó también, junto con su esposa, el exedil de Iguala José Luis Abarca: encontraron refugio seguro durante varios meses en esa delegación, después de ordenar a sus policías municipales entregar al narco a los 43 jóvenes de Ayotzinapa desaparecidos.

Iztapalapa es una delegación en franco proceso de descomposición social y política, acelerado después de que la propia Brugada fuera impuesta como delegada por dedazo de AMLO, el 18 de junio de 2009, en un templete (http://www.youtube.com/watch?v=l7C...).

El candidato del PT era Juanito, pero AMLO le ordenó que al ganar cediese el puesto a Brugada, quien no contendió: “Tú vas a ganar, pero no te la vas a creer y vas a renunciar para que Ebrard (entonces jefe del GDF) haga la propuesta a la Asamblea para que Clara sea quien gobierne”.

Juanito consiguió los votos, Ebrard acató la orden de AMLO y Brugada ocupó un cargo de elección popular sin ser electa y desarrollando después una de las peores gestiones como delegada en la historia de Iztapalapa, a pesar de manejar un presupuesto anual superior a los tres mil millones de pesos.

Es decir, Brugada y Valencia son no sólo los dos exdelegados más recientes de Iztapalapa, sino también los de peores resultados: ella porque gobernó sin ser electa por sus gobernados, y él porque se vio obligado a renunciar porque estrelló, ebrio, la camioneta de 900 mil pesos de un contratista al que dio contratos por 50 millones.

Sin embargo, a pesar de ser un par de impresentables y que con ambos creció el asesinato de mujeres en Iztapalapa, a Brugada y Valencia les ha ido bien: ella busca un lugar en la Asamblea Constituyente y él es jefe de la comisión de Derechos de la Niñez en la Cámara de Diputados.

¿Y su deficiente paso como delegados por Iztapalapa? ¿Y los feminicidios? Los reclamos de la ONU: “Niñas, mujeres jóvenes, adultas y de edades avanzadas viven en riesgo constante de sufrir algún tipo de violencia…” No importan.

Porque no hay memoria.

ruben.cortes@3.80.3.65

Twitter: @ruben_cortes