Contaminación, sin responsables

De la grave contaminación que a consecuencia de los altos índices de ozono que desde el pasado fin de semana se registran en la zona metropolitana del valle de México que llevó a la Comisión Ambiental de la Megalópolis a decretar, primero dos precontingencias y después, durante dos días consecutivos, la contingencia parece no haber responsables.

Miguel Ángel Mancera declaró que esa situación no es culpa solamente de la Ciudad de México, que gobierna, sino también del disparo de contaminantes en la zona conurbada de la llamada Megalópolis, que agrupa a los estados de México, Morelos, Hidalgo, Puebla y Tlaxcala, y criticó que aquella Comisión sólo imponga fases de precontingencia —y desde el lunes y ayer la contingencia— con mediciones de monitores del ex-DF.

DE ESTO Y DE AQUELLO…

Tras mantenerse por segundo día consecutivo la fase I de la contingencia ambiental por los altos índices de ozono en el valle de México y mientras persistan tibias medidas como la de prohibir que circulen 58 mil o 60 mil vehículos de un parque de más de cinco millones, será difícil que la situación cambie.

Ante esa tibieza para hacerle frente a un problema tan grave que daña seriamente la salud, quienes viven o trabajan en la flamante Ciudad de México no tendrán más remedio que adquirir tanques de oxígeno para poder respirar, lo que aunque parezca exageración no dista de serlo.

Como auténtica bomba le debe haber caído a Andrés Manuel López Obrador enterarse de quiénes asistieron a esa comida que hubo el sábado pasado para festejar los 75 años de Diego Fernández de Cevallos en su rancho queretano.

Entre ellos el empresario Carlos Slim, de cuya cercanía suele ufanarse el tabasqueño, y quien charló con el expresidente Carlos Salinas de Gortari, al que después de sus dos derrotas en elecciones presidenciales califica de “jefe de la mafia del poder”.

Para colmo, enterarse de la derrota electoral de su partido, Morena, en la elección dominical extraordinaria de presidente municipal de Centro, Villahermosa, capital de su estado natal, le debe haber aflojado algo más que la lengua, porque en la comida del jefe Diego estuvieron también otros invitados que AMLO presume de que son sus amigos.

Hoy, por cierto, se realizará el cómputo de votos de esos comicios que ganó, igual que en el proceso ordinario pasado, el candidato de la alianza PRD-PT, Gerardo Gaudiano Rovirosa, nieto del desaparecido exgobernador de Tabasco Leandro Rovirosa Wade.

Una vez que se confirme la caída de Octavio Romero Oropeza, exoficial mayor del entonces GDF en tiempos de López Obrador, que por segunda ocasión es derrotado, éste buscará desacreditar y rechazar el resultado.

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