Crecimiento y Estado de derecho, retos de 2016

Crecimiento y Estado de derecho, retos de 2016
Por:
  • Jaime

Por Nelly Molina Peralta

En 2013, nuestro país inició un proceso de desaceleración que llevó al PIB anual a 1.44 por ciento. Posteriormente, hubo una ligera recuperación que ubicó al PIB 2014 en 2.14 por ciento. Para 2015, la mayor parte del año el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) venía presentando reducciones de su perspectiva, pero el comportamiento de algunas variables económicas durante el último trimestre impulsaron a la economía y ahora se ve factible crecer más que el año pasado, lo cual es buena noticia para nuestro país.

Para 2016, tal y como lo hemos explicado con anterioridad, serán determinantes tres factores: (1) la política monetaria de Estados Unidos; (2) la continua desaceleración del crecimiento en China; y (3) los precios internacionales de varios commodities, incluido el petróleo, que permanecen en niveles bajos.

Bajo este contexto, nuestra perspectiva de 2.78 por ciento en el crecimiento en 2016 representa un reto y confiamos en que los impactos económicos propiciados por las reformas ya aprobadas ayuden a reactivar el ritmo económico nacional, y se logren sumar a estos aspectos, mecanismos que garanticen el Estado de derecho en el país, traducidos en un pleno cumplimiento de la ley, donde ciudadanos, empresarios y funcionarios, reconozcan los beneficios de respetarla, o la subsecuente sanción al quebrantarla.

En este sentido, y en su carácter de organismo profesional, activo y propositivo, el IMEF cierra su ciclo 2015 con la actualización de su nuevo Código de Conducta y Ética Empresarial, en el que se establece un compromiso de combate a la corrupción en todos los entes productivos donde participan (públicos y privados), con el fin de construir un mejor entorno para los negocios y para los individuos en su totalidad, bajo las premisas del bien hacer y el bien ser.

De la misma forma, el IMEF culmina este 2015 pugnando por la eficacia en la implementación de las reformas estructurales, las cuales deberán traducirse en mayor inversión dentro de sectores estratégicos como infraestructura, energía y telecomunicaciones, creando así un círculo virtuoso donde la generación de riqueza y empleo sea en beneficio de la mayoría de la población.

Como bien sabemos, el entorno internacional no es del todo favorable y ante ello es necesario que nuestro país apuntale su crecimiento sobre bases firmes, que le permitan seguir diferenciándose de las economías emergentes.

Sin duda alguna, uno de esos factores será la infraestructura en todos los sectores donde el país puede implementar nuevos proyectos, con buena planeación y transparencia.

presidentenacionalimef@imef.org.mx