Crisis de derechos humanos

Crisis de derechos humanos
Por:
  • mauricioi-columnista

Se ha vuelto un lugar común afirmar que en México se vive una crisis de derechos humanos. Si atendemos al significado clínico de la palabra crisis (intensificación brusca de los síntomas de una enfermedad), la situación actual no puede considerarse una crisis: no hay una súbita acentuación de las violaciones a derechos humanos.

Sería más atinado señalar que la situación de los derechos humanos, en los últimos 15 años, está fuertemente condicionada al tráfico de estupefacientes ilícitos así como a la incapacidad de los gobiernos estales y federal, de contar con cuerpos policiacos eficientes.

El debate sobre la situación de los derechos humanos presenta una enorme carencia. No hay suficiente información actualizada para determinar objetivamente la realidad. Esto se debe a que las comisiones públicas de derechos humanos trabajan de manera lenta e ineficiente. Si dirigimos nuestra atención al ombudsman federal, podemos constatar que éste ha ejercido su cargo de manera por demás tranquila. Prueba de ello son los tiempos que le lleva a la CNDH determinar la existencia de violaciones a derechos humanos. En 2015, por ejemplo, 40 de las 59 Recomendaciones dirigidas a diversas autoridades, fueron emitidas más de 18 meses después de recibidas las quejas. Es imposible calcular los datos correspondientes a 2016 debido a que, al momento de redactar estas líneas, la página de Internet (cndh.org.mx) aunque señala la emisión de 71 recomendaciones a lo largo del año, tres de ellas (las 57, 58 y 60) no han sido publicadas.

Otro elemento que muestra la calma con la que el defensor de los derechos del pueblo ejerce sus funciones, se encuentra en la toma de posición respecto de asuntos controversiales. El pasado 30 de septiembre, un convoy del Ejército mexicano fue emboscado en Culiacán por un comando de narcotraficantes, que rescató a un detenido herido en un enfrentamiento en Badiguarato. Seis militares fallecieron como consecuencia del ataque. No fue sino hasta el cinco de octubre que el ombudsman condenó la agresión de los delincuentes en una entrevista de pasillo. Durante esos días, la CNDH emitió cinco comunicados de prensa (del 248 al 253). En ninguno hizo referencia al ataque en contra de los soldados.

Algo similar sucedió recientemente cuando, excusándose en el aumento del precio de la gasolina, a partir del 1° de enero, varios grupos de ciudadanos tomaron las calles, obstruyeron carreteras y realizaron actos vandálicos como el robo de combustible y saqueo de tiendas. El ombudsman necesitó cinco días para emitir un comunicado donde reprueba los actos de violencia ocurridos en diferentes puntos del país. A lo largo de ese lapso, la CNDH emitió siete comunicados (del 1 al 7) que omitieron mencionar la violencia contra personas y bienes. Si se trata de determinar objetivamente la vigencia de los derechos humanos en el país, de poco sirve enterarse de las violaciones ocurridas hace tres o cuatro años. Actuar con tranquilidad y sin precipitaciones, son características deseables para el titular de la banca central, no para el ombudsman.

mauricio.ibarra@3.80.3.65

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