Cuando el futuro los alcance

Cuando el futuro los alcance
Por:
  • larazon

Javier Solórzano Zinser

Lo que no resuelva la Presidencia y el gobierno en su conjunto tarde que temprano se le va a venir encima. Si no le dan salida satisfactoria a asuntos como la Casa Blanca, Malinalco, Grupo Higa, Ayotzinapa, Tlatlaya, Zacatecas, la vergonzosa fuga de El Chapo, el asesinato de periodistas, más todo lo que se vaya sumando, al final del sexenio al Presidente y a su equipo les van a pasar la factura.

Lo que no resuelva en su administración va a tener un costo que puede alcanzar costos personales graves e inéditos. Una cosa es pasar facturas teniendo al PRI en Los Pinos en el 2018, y otra es teniendo a la oposición en la casa presidencial.

Incluso teniendo al PRI, por lo que se está viendo y viviendo, quien llegue tendrá que hacer un corte de caja para su propia legitimidad, y porque el país ya no está para pasar por alto los graves niveles de corrupción.

Quien llegue a Los Pinos en el 2018 va a tener que atender lo que a tres años del cambio ya es una exigencia social: investigar la corrupción. El tiempo pasa y temas como la Casa Blanca y otros están bajo la pasividad de la Función Pública y de su ausente titular.

Los gobernantes están cada vez más expuestos al escrutinio público. La encuestas sobre la aceptación del Presidente lo colocan en sus niveles más bajos y no se vislumbran escenarios que permitan pronosticar que la tendencia vaya a cambiar.

Si bien las mediciones tienen muchas formas de verse —la mayoría de las y los mandatarios en el mundo se mueven en niveles menores al 50%—, en el caso de Peña Nieto existen algunos atenuantes que lo tienen más expuesto.

Al no resolver lo que está a la vista crea enfado social y se va creando una toma de conciencia que va llevando a la crítica y a la demanda de que a futuro, cuando ya no estén al frente del gobierno, la sociedad obligue con movilizaciones y exigencias a quienes aspiren a gobernar a que se enfrenten los problemas no resueltos con la ley en la mano y sin discrecionalidades.

Cada vez aparecen más signos que evidencian un hartazgo. Los partidos están siendo rebasados por la sociedad y se van a ver obligados a actuar, no tanto con base en lo que les digan sus militantes y sus direcciones políticas, sino en función de una exigencia y repudio social. Quienes hoy deben de intuir, por lo menos, que el futuro los va a alcanzar y pueden terminar bajo condiciones inéditas, no son eternos.

 RESQUICIOS. Así lo dijeron ayer:

* Rubén Espinosa se vino a vivir al DF para buscar trabajo: PGJDF. (Más bien venía huyendo de Veracruz).

solorzano52mx@yahoo.com.mx

Twitter: @JavierSolorzano