Del Hoy no Circula al nadie circula

Del Hoy no Circula al nadie circula
Por:
  • larazon

Horacio Vives Segl

Terminó la participación de México en el mundial de futbol y, con ello, gran parte del interés de muchos compatriotas en el torneo. Se va levantando la “suspensión de actividades” para retomar el interés en la agenda de asuntos públicos.

No obstante, pasó de todo en estos veinte días: estalló la crisis sobre la problemática de los niños migrantes en su dramático trayecto hacia Estados Unidos (como si no fuera una dura realidad que llevara muchos años ocurriendo); en Michoacán, consignaron al líder de las autodefensas y hubo cambio en la gubernatura; se dio amplia difusión a una llamada telefónica de una diputada federal; marcharon médicos y enfermeras en las principales ciudades del país en contra de una estigmatización de su profesión; se mantuvo el estancamiento legislativo —eso sí—, en los debates sobre las reformas energética y de telecomunicaciones; y se difundieron nuevas medidas del programa Hoy no Circula, entre otros asuntos. Destaco unas reflexiones sobre ese último tema.

 “El remedio sin trapito”. Como era de esperarse, el aumento de restricciones para la libre circulación de los automóviles derivadas del Hoy no Circula causaron un malestar popular generalizado. Algunos elementos son atendibles en la justificación de la medida por parte del Gobierno capitalino: mejorar los índices contaminantes y disminuir el número de automóviles que circulan por las vialidades de la ciudad y frecuentemente las colapsan. En las grandes ciudades ha quedado demostrado el fracaso del modelo de expansión del automóvil como medio de transporte mayoritario. Aquellas metrópolis que no realizaron oportunamente las políticas públicas adecuadas para priorizar un transporte colectivo eficiente, bien conectado, seguro y barato, están pagando las consecuencias. Es el caso de la capital mexicana: si bien las últimas administraciones han tomado medidas para mejorar la movilidad colectiva (expansión del Metrobús y una nueva y polémica línea del Metro), al mismo tiempo que otras (contraproducentes, según algunos) para paliar el problema del tráfico de vehículos privados (segundos pisos), el hecho es que estamos muy lejos de contar con un transporte público acorde a las necesidades de la ciudad. Probablemente el endurecimiento del Hoy no Circula, que afecta principalmente a aquellos cuyos automóviles tienen una mayor antigüedad, habría sido mejor recibida si hubiera sido acompañada, por ejemplo, de un programa de sustitución vehicular, si es que, en efecto, lo que se quiere es retirar de la circulación a los automóviles más viejos y contaminantes (además de fomentar la industria automotriz). Ciertamente no es la misma magnitud que cambiar un refrigerador viejo por uno ahorrador de energía… pero algo creativo podría haberse propuesto. Con ello, se ofrecería una alternativa (no alcanzaría, de todos modos, a ser una solución) a los enfurecidos automovilistas que, no sin razones atendibles, desquiciaron las principales vialidades de la ciudad el martes y ayer.

 Tensando la cuerda. Apenas a finales del año pasado se propuso un incremento drástico en la tarifa del Metro. Estuvo acompañado de una encuesta que lo justificaba, además de que se preservaron subsidios para ciertos grupos de usuarios (adultos mayores, estudiantes). En ese momento las protestas se dieron con relativamente baja intensidad y fueron razonablemente resueltas.

Pero luego vendría la apertura de la caja de Pandora, con la suspensión parcial de la flamante Línea Dorada del Metro. Llovieron desde entonces investigaciones, acusaciones, deslindes de culpas, sin que se haya dado hasta ahora ni el castigo a los culpables ni la restitución adecuada del servicio, lo que ha afectado, desde hace más de dos meses, a miles de usuarios diarios. Y ahora, más restricciones para algunos automovilistas. El grupo de usuarios de la Línea 12 del Metro no es necesariamente el mismo que el de los automovilistas recientemente afectados, pero el punto es que se van abriendo más frentes y nuevos sectores de la población se quejan, con justa razón, por las (fallidas) políticas e (in)acciones del Gobierno capitalino en materia de transporte.

Apunte final. Un abrazo solidario a Lorenzo Córdova, extensivo a su familia y amigos, por el fallecimiento de Arnaldo Córdova.

hvives@itam.mx

Twitter: @HVivesSegl