¡Eeeeeee..!

¡Eeeeeee..!
Por:
  • javier_solorzano_zinser

Todo empezó como un insulto, en apariencia menor, para transformarse en parte de un abierto juego para la tribuna que ha ido costando cada vez más caro. El grito que lanzan los aficionados, entre los que se incluyen mujeres y niños, cuando despeja el portero del equipo visitante se convirtió en un dolor de cabeza para los federativos, los cuales ya tienen la mirada y la espada de la FIFA encima.

La tribuna es el espacio de la libertad y el anonimato; es su definición, su hábitat natural y su manifestación. Es el espacio en donde los aficionados pueden gritar lo que quieran, lo que incluye todo tipo de insultos, sin que medie censura alguna, de no ser la propia.

Por la tribuna pasan la fiesta y el dolor, la bronca y la alegría, la frustración y el desahogue, el grito y el silencio, la pertenencia y la identidad, el anonimato y el grito colectivo. Por lo general en todos los deportes la tribuna pasa a ser el otro gran escenario junto con el terreno de juego.

Más allá del origen del grito cuando despeja el portero visitante, todo parece indicar que a quien se le ocurrió fue a la abrumada, fiel e intensa afición del Atlas un sábado en el estadio Jalisco; la abierta manifestación del aficionado es la forma de ser de la tribuna. Sin ello los espectadores están noventa minutos y más como muertos.

El ¡eeeeeeeeeee..! se fue convirtiendo en parte de un código dentro y fuera del estadio. El grito ha llegado hasta las ligas infantiles, pasando por las ligas llaneras de todo el país, incluyendo en algunos casos los gritos de los desaforados y apasionados padres de familia en los juegos de sus hijos. El grito ya es un lugar común y es “normal” en el vocabulario en el futbol nuestro.

No está nada fácil erradicarlo. Se han hecho ya los primeros esfuerzos propagandísticos, fue lapidario y concreto por cierto el análisis en La Razón de ayer por quien sabe de estos temas, Carlos Alazraki. Si nos atenemos a cómo se comportó la gente en el Azteca el martes está claro que esos esfuerzos no sirvieron mucho que digamos.

La reacción del público fue más fuerte y vehemente que de costumbre; hasta parece que actuó para provocar y dejar en claro que el grito no se va de la tribuna y háganle como quieran. El gran problema enfrenta el futbol nuestro con el singular ¡eeeeeeee..!, es que estamos a nada de ser sancionados, lo cual puede ir desde jugar en estadios vacíos hasta perder puntos en la eliminatoria mundialista.

El riesgo es alto y más cuando no hay indicio alguno de que se pueda erradicar el ¡eeeeeeee..! La Femexfut en un primer momento vio el grito como un juego y ahora no sabe qué hacer con él. En general se vio como un juego el uso de la palabra puto.

Sin embargo, fuera del país es un insulto discriminatorio y grosero y con razón los equipos rivales del Tri se asumen severamente agredidos, más allá del grito regular de la tribuna en favor de su equipo. Es un lío que conjunta la fiesta y el insulto, el cual debiéramos erradicar de nuestro vocabulario diario, a ver cómo le hacemos.

 RESQUICIOS. Así nos lo dijeron ayer:

El gobierno mexicano no ha sabido responder desde el inicio al GIEI. Independientemente de los resultados que presente el grupo esta semana estamos paralizados. Creo que ya no hay manera de que cambien las percepciones en la sociedad. El GIEI no tiene que presentar conclusiones, su función es presentar conclusiones sobre la investigación que da la PGR sobre el caso. Las relaciones están virtualmente rotas. Los padres no están cohesionados, por eso los voceros y Vidulfo Rosales optan por cuando hablan de los padres hacerlo de manera genérica. Veo muy difícil, a pesar de lo que dicen los padres, que el GIEI se quede. Nos puede terminar por pasar como en el caso Colosio, cada quien tiene su versión y no nos pusimos de acuerdo: Esteban Illades, escritor y editor Nexos.

solorzano52mx@yahoo.com.mx

Twitter: @JavierSolorzano