El abismo de Madrid

Apenas el 26 de mayo pasado el Real Madrid conquistaba su décima tercera copa de Europa, la capital española se fundió en una noche de fiesta y alegría; con excepción de tres personas, nadie más sabía que esa noche de júbilo, era el principio de la crisis deportiva más importante en la última década para el club blanco.

El primero, era el emblema del equipo, Cristiano Ronaldo. El futbolista portugués tenía decidido marcharse del club para la temporada 2018-2019 y, tan clara era su decisión, que apenas al terminar el encuentro frente al Liverpool se despedía por medio de los micrófonos de una televisora. Desde la partida de CR7, el Madrid ha carecido de contundencia frente al marco; de nada ha servido que Benzema y Bale se hayan liberado de la sombra de Ronaldo, ambos atacantes siguen manifestando, partido a partido, que no están hechos para ser el centro del universo.

El segundo fue Zinedine Zidane. El extécnico del Madrid había condicionado su permanencia al desenlace del futuro de Cristiano. Nadie mejor que él, para saber que el Madrid sin Cristiano sería una travesía casi épica. Ningún jugador es tan bueno que todos juntos, decía Don Alfredo Di Stéfano, hasta que conoces a Messi o a Ronaldo. Porque para nadie es mentira que el equipo de Zizou ya arrastraba carencias, pero al ganar la “doce” lograron maquillar un poco las imperfecciones; el costo, tirar a la basura la Liga y Copa y, para el madridismo, eso no está permitido.

Y el tercero era Florentino Pérez. Jamás lo admitirá, pero el Presidente del Real Madrid sabe que cuando decidió no caer nuevamente en las exigencias de Ronaldo, estaba lanzando los dados a la mesa, tirar a un doble seis, una apuesta muy arriesgada. Confió en su plantilla ganadora de tres Champions consecutivas, creía que el plantel no iba a resentir la salida del luso, que los más o menos 50 goles anuales que promediaba Ronaldo serían sustituibles.

Los números son más fríos que el azar. La escuadra dirigida por Julen Lopetegui marcha en séptimo lugar, fuera de la zona europea, situación que no se daba desde la temporada 2001-2002 cuando eran dirigidos por Vicente del Bosque; se encuentran a cuatro puntos del líder Barcelona y ligan cuatro partidos sin conocer la victoria. Y para colmo de Lopetegui, el domingo visitarán el Camp Nou, la buena noticia es que se enfrentarán al líder sin Messi, la mala, de no sacar un buen resultado, será el fin de la era Julen Lopetegui.

La mejor noticia para el Real Madrid es que hoy reciben al Viktoria Plzen en la tercera jornada de la Champions League, rival a modo que puede alimentar el espíritu de todos los integrantes del club de cara al derby español; pero un mal partido hoy en el Santiago Bernabéu, podría ser determinante y con tintes trágicos en la lucha por la Liga y la Champions. Ya veremos si las sonrisas de mayo pasado pueden replicarse esta noche en Madrid, ciudad acostumbrada a festejar entre vino y tapas.