El abuso sexual de dos caras

El abuso sexual de dos caras
Por:
  • bibiana_belsasso

El movimiento #MeToo que surgió en Estados Unidos a raíz de las denuncias de acoso contra el productor de Hollywood, Harvey Weinstein, vuelve a tomar las primeras planas, pero no de la forma que quisieran sus inspiradoras.

A partir de octubre de 2017, miles de voces que hasta ese entonces habían permanecido calladas, se unieron a este movimiento para destapar el acoso y abuso que han sufrido miles de mujeres, no sólo en la Unión Americana, sino en todo el mundo. Muchas de esas denuncias se concentraron, con toda la razón, en el mundo del espectáculo. Unos meses antes del inicio del movimiento, se conoció un video en el cual un tal Donald Trump, le decía a un conductor de televisión que cuando eras famoso, a una mujer le podías hacer lo que quisieras, hasta agarrarla por la vagina (en realidad usaba unos términos mucho más groseros).

En mayo de este año, durante el Festival de Cannes, la actriz y directora italiana Asia Argento, salió al escenario del teatro Lumière junto con la productora, guionista y directora Ava DuVernay, para entregar el premio a la mejor actriz.

Argento se tomó poco más de un minuto para dar un gran discurso que cimbró a la industria cinematográfica:

“Tengo algunas cosas que decir. En 1997 fui violada por Harvey Weinstein aquí en Cannes. Yo tenía 21 años. Este festival era su coto de caza. Quiero hacer una predicción: Harvey Weinstein nunca volverá a ser bienvenido aquí, vivirá deshonrado, rechazado por una comunidad cinematográfica que una vez encubrió sus crímenes. Incluso, esta noche, sentados entre ustedes hay quienes aún deben rendir cuentas por su conducta contra las mujeres por un comportamiento que no pertenece a esta industria ni a ningún lugar de trabajo. Saben quiénes son; y lo más importante, nosotras sabemos quiénes son, y no vamos a permitir que se salgan con la suya por más tiempo”.

El fin de semana pasado, The New York Times dio a conocer que Asia Argento tuvo que pagar 380 mil dólares al músico y actor Jimmy Bennett, para llegar a un acuerdo extrajudicial. El motivo: el supuesto abuso contra Bennett, quien en ese tiempo sólo tenía 17 años.

Bennett dijo fue agredido sexualmente por la actriz cuando ésta tenía 37 años, en una habitación de un hotel de California. Bennett había interpretado al hijo de Argento en la película The Heart Is Deceitful Above All Things (2004).

The New York Times asegura que tuvo acceso a los documentos de las acusaciones, y al acuerdo económico alcanzado por los abogados de Argento y Bennett, quien ahora tiene 22 años.

Los documentos, que fueron enviados al diario a través de correos encriptados por una persona no identificada, incluyen una fotografía en la que se puede observar a los dos actores acostados en la cama.

Bennett pedía 3.5 millones de dólares por daños, argumentando que el encuentro le había ocasionado angustia emocional, salarios perdidos, abuso y agresión.

En el acuerdo, Argento aceptó pagarle 380 mil dólares durante el transcurso de un año y medio, con un pago inicial de 200 mil, que fue realizado en abril, informó The New York Times.

Asia Argento ha contestado que jamás tuvo una relación sexual con Bennett y que efectivamente, ella y su pareja, el famoso chef Antony Bourdain, pagaron esa cantidad ante el hostigamiento al que eran sometidos por el joven actor, acosado por las deudas. Lo cierto es que Bennett, en bancarrota, presentó su denuncia días después del discurso de Argento en Cannes.

El tema demuestra, entre otras cosas, lo volátiles que pueden ser estas denuncias cuando no están sustentadas en pruebas concretas. Nadie duda del valor de un movimiento como Me Too, lo que sucede es que la misma lógica de ese movimiento es lo que lo hace vulnerable ante denuncias como las de Bennett.

Me Too inició un camino en el que ha habido abusos de muchos personajes del mundo del espectáculo, pero en el cual ha habido también algunos abusos y ajustes de cuentas.

Es hora de que las denuncias y las pruebas vayan de la mano para evitar tanto la impunidad como los agravios aparentemente basados en el interés monetario y propagandístico, como el de Jimmy Bennett.

Polémica relación

ASIA ARGENTO y Jimmy Benett, en una imagen que la actriz italiana subió a su cuenta de Instagram, en 2013.  Luego de la revelación del periódico The New York Times sobre el acoso a su coestrella, Argento desmintió haber abusado sexualmente de Bennett cuando era menor de edad. Sin embargo, reconoció haberle dado dinero al joven, aunque, aclaró, no fue por una relación de ese tipo. La protagonista de Una vieja amante se dijo sorprendida y aseguró que sus declaraciones las realiza para protegerse de “un alud de mentiras”.

La acusación contra Argento causó revuelo en las redes desde la noche del domingo, por ser una de las líderes del movimiento Me Too contra la violencia hacia la mujer. De acuerdo con la publicación estadounidense, ese encuentro dejó aturdido y atormentado a Bennett. El joven, incluso, responsabilizó a lo sucedido, el declive que tuvo en su carrera hacia 2017, debido a las consecuencias sicológicas.

La actriz, con la productora, guionista y directora Ava DuVernay en mayo pasado, en el auditorio del Teatro Lumière del Festival de Cannes, momentos antes de entregar el premio a la mejor interpretación femenina. En esa ocasión, Argento denunció haber sido violada por Harvey Weinstein cuando tenía 21 años de edad. Después de lo revelado por The New York Times, el abogado de Weinstein cuestionó el hecho, criticando “el nivel de hipocresía” de la actriz.