El arte de construir esperanzas

El arte de construir esperanzas
Por:
  • larazon

Mónica Garza

El jueves pasado, durante la tradicional comida de la Cámara de la Industria de la Radio y la Televisión, se le entregó al comunicador Jorge Garralda un reconocimiento por la exitosa campaña de El Juguetón, que él creó y de la que se ha hecho cargo en cada edición

desde hace 20 años.

“El premio más rudo de recibir es uno que te entregue tu industria. Criticar nuestro medio y convencer a nuestro medio es lo más gordo que hay. Es como aprobar el examen profesional. Significa que te van a voltear a ver con más atención y más lupa lo que sigas haciendo”.

Me dijo Jorge en su oficina de A quien Corresponda donde lo visité para felicitarlo y hacer un balance de lo que para él ha significado los últimos 25 años al frente de un espacio en el cual todos los días escucha e intenta resolver denuncias de los ciudadanos más necesitados de este país.

“Me siento muy satisfecho cuando la gente se acerca y me dice ‘cambió mi vida’. Yo no había pensado por ejemplo que los niños de El juguetón crecen. Me doy cuenta cuando llegan hombres y mujeres a las casetas de atención a dejar juguetes y cuando salgo a saludarlos me dicen: “Yo soy un niño del juguetón, porque tú a mí me diste juguetes cuando era niño”…

Con su emblemática frase “No se deje”, al paso de los años el Jefe Garralda —como le llaman sus colaboradores—, se ha convertido en un Robin Hood de la sociedad más desprotegida, y por ende, en la incómoda piedrita en el zapato de muchos funcionarios públicos a los que diariamente señala por omisos o incompetentes, con todas sus letras y en cadena nacional.

Jorge: A quien Corresponda es un espacio que siempre está llamando a volver a creer. Y te confieso que hay días que yo mismo ya no me la creo.

Pero siempre pasa algo que me hace volver a creer.

Mónica: Debe de ser agotador enfrentarte a tantos problemas reconociendo tus propias limitaciones para resolverlos. ¿Alguna vez has querido abandonar el barco?

Jorge: Sí, ¡claro! Son de esos momentos de crisis. Al escuchar y escuchar quejas, el estar cansado es un boleto humano. Una vez llegué a casa con mi mujer y le dije “estoy fatigado, creo que ya voy a renunciar”... Su respuesta fue “está bien yo te apoyo. Nada más te voy a pedir un favor, no te frustres si alguien te viene a pedir ayuda y tú ya no tienes las herramientas para cambiarle la vida”. Entonces yo sólo me salí a fumar al pasillo —todavía fumaba en aquella época—…

La historia de Jorge Garralda en los medios de comunicación comenzó cuando era muy jovencito y lo primero que tuvo que hacer fue enfrentar a su padre, que era un exitoso empresario y operador de una de las tiendas departamentales más populares de la Ciudad de México y lo que menos quería era que su hijo se dedicara a la radio. “Artistitas aquí ¡no!”, cuenta Jorge que le decía.

Por eso se fue de su casa con su rebeldía y sus 17 años a trabajar a San Miguel de Allende, Guanajuato, en una pequeñísima estación de radio donde consiguió su primera oportunidad.

Ya de regreso al Distrito Federal, a los 19 años entró a Grupo Radio Fórmula como locutor “descansero”, que es el que cubre todos los turnos de los locutores que por cualquier razón no llegan a sus transmisiones. Cuenta que cubría turnos de más de 24 horas, con un sueldo de practicante…

“Yo diseñé mi habitación en Radio Fórmula. Tuve que llevar un sleeping bag y ocupaba una esponja de bulbos como almohada. Ahí me dormía lapsos de tiempo para entrar al siguiente turno”.

Jorge Garralda fue conductor ocasional en la histórica emision Batas, Pijamas y Pantunflas, cuyos titulares eran los célebres Sergio Rod y Gustavo Armando el Conde Calderón. De ellos el comunicador guarda el mejor recuerdo porque le enseñaron mucho sobre la magia de la radio, y el peor de ellos porque los vio morir en su cabina aquel 19 de septiembre de 1985, cuando las instalaciones de Radio Fórmula colapsaron.

Jorge: A mí me tocó sacar al Conde Calderón. Yo le cerré los ojos por que los tenía abiertos.

No sabes la furia que te puede dar en esos momentos, porque saqué un cuerpo, lo revisé y me dejó una hilera de sangre en todo el pantalón. Yo le preguntaba: “¿quién eres?” y como si en ese momento me hubiera contestado se descuelgan unas cadenas de oro. Decía “Rod”. Era Sergio Rod.

Llegué a casa y lloré, lloré y lloré. Y grité y menté madres, reclamé, ¿por qué se había ido gente que yo quería?

Monica: Tiene que haber sido un día muy largo para ti y me refiero a muchos años en tu mente.

Jorge: Mira, alguna vez platicando con un psicólogo me dijo, “esto hay que contarlo todos los días hasta que lo logres sacar”. Hoy ya no hay tanta necesidad pero me sigue calando, porque vi a mis compañeros ahí enterrados, vi al Conde Calderón muerto y estaba más atrás Quique Maracas.

Ellos eran las estrellas de la radio de ese momento.

Después de ese traumático episodio, la vida personal y profesional de Jorge Garralda sufriría un cambio radical. Se enteró que su novia estaba embarazada y unos meses después llegó también la oportunidad de tener un espacio en la televisión.

Hasta el día de hoy ambas cosas, su novia —que se convirtió en su esposa— y su programa de televsión, siguen formando parte de su vida. Ayudar a la gente se convirtió en su pasión, y su esposa y sus cuatro hijos en su mejor refugio

Jorge: Vivo trabajando para ellos. Todos los días de mi vida son para sacarlos adelante y colocarlos donde deben estar.

Monica: ¿Y cómo te has dado el tiempo para estar cerca de tus hijos con un trabajo tan demandante?

Jorge: Yo creo que eso radica en la pareja que tienes. Necesitas una pareja que entienda lo que estás haciendo y esa pareja educa a tus hijos para entender quién y cómo es el señor con el que viven.

Debo haber fallado en muchas, pero en otras cumplí y cumplí bien.

En 1985 Jorge Garralda llegó al canal 13 de IMEVISION como la voz institucional. Ahí mismo en 1991 sacó al aire la primera versión de A Quien Corresponda, un programa que incomodó a muchos servidores públicos desde el primer momento.

Jorge: La gente empezó a hacer denuncias y a pedir ayuda . Y te empiezas a calentar ¿no?, “¡¿cómo que le quitaron un terreno?!” y venga de ahí… Y se volvió un trancazo...

Pero recibí la primera indicación curiosa. Me dicen: “oye, te tengo que correr, porque la instrucción que tenemos es que el conductor más áspero o el más rudo se vaya a los seis meses”

Monica: ¿Quién te dijo eso?

Jorge: El director de IMEVISION de aquel entonces.

Pero no pasó mucho tiempo para que Garralda volviera a la pantalla chica con su estilo y su programa. En 1993 llegó la privatización de IMEVISION que se convirtió en TV Azteca y el conductor se quedó en el área de noticias de la entonces recién nacida televisora. Refundaron con más fuerza el programa A Quien Corresponda y Jorge se convirtió en un monstruo de la denuncia, que entendió las necesidades de la gente y cómo resolverlas.

Conseguir millones de juguetes, una operación, una prótesis, un medicamento, sacar a un inocente de la cárcel o meter a un delincuente a la cárcel, es para Jorge Garralda una misión de todos los días, y quién sabe cómo le hace para encontrar esperanzas donde a veces ya no hay.

“Tenemos un México que duele, pero yo le pido siempre a los que conforman mi equipo que hagan un ejercicio llegando a su casa.

Que traten de platicarle a su familia, a sus hijos, a su esposa, a su pareja, algo bueno de México. Es un ejercicio para saber que no todo está perdido.

Porque también ha sido una injusticia decir que todo está perdido, porque tenemos unas cosas maravillosas en México y hay que decirlas también.

Concluye Garralda con su voz que retumba en esa oficina repleta de personas que todo el día corren de un lado a otro con el emblemático chaleco de A Quien Corresponda.

monica.garza@razon.mx

Twitter: @monicagarzag