El auditorio Justo Sierra

El auditorio Justo Sierra
Por:
  • javier_solorzano_zinser

No hay manera de recuperar el auditorio Justo Sierra, hoy “Che” Guevara, si no es con el apoyo de la comunidad universitaria.

Por obvio que sea es importante recordarlo, particularmente para quienes se mueven bajo la tentación de usar la fuerza pública. Todo lo que se haga en la UNAM debe hacerse con cuidado y con pinzas. Las consecuencias de lo contrario pueden ser funestas si no se toman en cuenta el tiempo y el momento, y junto con ello toda la complejidad de la vida universitaria.

A finales de los noventa se propuso aumentar las cuotas de los estudiantes por un monto que más bien era significativo y que a la UNAM le iba a servir, pero ni por asomo resolvería sus problemas. La reacción de los estudiantes fue inmediata, lo que llevó a la máxima casa de estudios a un largo paro que le costó la rectoría a Francisco Barnés de Castro.

La libertad bajo la que se vive en la universidad es muchas veces utilizada por grupos ajenos a ella que bajo su cobijo aparecen de la noche a la mañana, se asumen de izquierda radical y hasta se dicen demócratas. Un movimiento genuino como fue el de la oposición a que subieran las cuotas terminó controlado por grupos radicales, los cuales en algunos casos estaban integrados por jóvenes que no pertenecían a la UNAM.

Quienes estaban originalmente al frente del movimiento al final fueron echados y no se les volvió a ver en las asambleas; cuando lo hacían eran señalados y acusados de “ir contra el movimiento”. Su opinión y sus acciones determinantes en la primera etapa del movimiento dejaron de contar, los radicales se impusieron y llevaron a la UNAM a un largo e inútil paro.

Por más que esté claramente focalizado quiénes están detrás del “okupa che” y que se tenga información sobre lo que pasa al interior del auditorio y zonas aledañas, lo cierto es que no se deben dar pasos en falso.

Lo que es evidente es que mientras la comunidad universitaria no reaccione y no vea el problema de la toma del auditorio como un asunto que compete a toda la universidad no habrá manera de cambiar el estado de las cosas.

El gran apoyo y la fuerza que se requieren para que el Justo Sierra esté de nuevo bajo el control de la Facultad de Filosofía y Letras parte de la UNAM, está en la UNAM y termina en la UNAM. El problema pasa desde su inicio por la misma comunidad universitaria. Se ha dejado en manos de grupos ajenos al espíritu de la universidad un espacio con una historia formidable, no sólo para la UNAM sino también para el mundo cultural, artístico y literario del país.

Quienes ocupan la UNAM, hay que recalcarlo, no tienen que ver con la universidad, con sus libertades, su historia y con su espíritu como la institución superior de México. Si no hay una toma de conciencia en la UNAM de lo que significa que un grupúsculo tome un auditorio de la trascendencia del Justo Sierra, las cosas no van a cambiar.

Es fundamental recuperar el espacio. Se trata de la UNAM y también por lo que pasa al interior del auditorio. Porque personajes como Yorch no pueden predominar en la universidad. Fue detenido, se asegura, con un arsenal de drogas y ahora resulta que entre la blandengue justicia y quizá la falta de profesionalismo de la PGR para presentar el caso se anda paseando de nuevo por la islas de la UNAM. Sólo se recuperara el auditorio de la mano de la comunidad universitaria, no hay otra salida.

 RESQUICIOS. Así nos lo dijeron el viernes:

El mexicano Gustavo Castro está viviendo en la residencia de la embajada, su estado de salud es bueno. Ha decidido con plena convicción apoyar a las autoridades hondureñas al máximo para poder esclarecer el asesinato de su amiga, la activista Berta Cáceres; es un hecho que por lo que pasó y cómo pasó peligra seriamente su vida. En sus traslados a las diferentes audiencias a las que ha sido convocado, el cónsul mexicano lo acompaña, está atento todo el tiempo. Me comentó Gustavo que fue para él muy fuerte regresar a la casa donde mataron a Berta y que teme por su vida: Dolores Jiménez, embajadora de México en Honduras.

solorzano52mx@yahoo.com.mx

Twitter: @JavierSolorzano