El bosque de las luciérnagas

Es un secreto que para la mayoría de nosotros estaba oculto hasta hace apenas una década. Para quienes habitan la Sierra de Nanacamilpa, en Tlaxcala, era parte de su vida cotidiana. Entre junio y agosto el bosque se ilumina con luciérnagas. En aquella densidad de árboles todos estos se prenden y parecen pinos de Navidad. En realidad son las luciérnagas, que en esta época del año buscan pareja para preservar su especie. Para ver este fenómeno se tiene que adentrar al bosque y la luz de estos coleópteros (que en realidad son escarabajos) se puede ver solamente de las ocho y media de la noche a las nueve y media.

Únicamente en Nueva Zelanda y en Japón hay algunos bosques de luciérnagas similares al de México, pero las especies son distintas a las que hay en el país.

Nosotros visitamos Piedra Canteada, uno de los 24 centros de avistamiento en la zona, avalados por la Secretaría de Turismo federal. Una cooperativa de 42 familias que ha preservado más de 630 hectáreas de bosque.

La entrada está controlada y las reglas para ver este fenómeno en el cual las hembras se iluminan para encontrar a los machos son estrictas. Se nos explica que solamente podemos entrar con una guía certificada y por los senderos ya definidos.

Sin luz ni flash y en silencio para no ahuyentar a las luciérnagas nos adentramos al bosque. Al cabo de unos minutos se empieza a ver cómo van prendiendo. Un fenómeno natural impresionante.

Sin estos senderos establecidos, la especie correría riesgo, ya que las hembras dejan sus huevecillos en el piso y cualquier turista los podría pisar.

El ciclo de vida de las luciérnagas es de dos años y se compone por tres etapas: la primera dura tan sólo 40 días, como huevecillos.

El periodo más largo de su vida, el segundo, es el de larvas; éste es de aproximadamente de un año nueve meses, en el que se alimentan de gusanos y caracoles.

La tercera y última etapa se lleva a cabo en tan sólo 15 días, cuando pasan de pupa a la fase adulta, que es cuando podemos ver la luminiscencia.

El bosque de Tlaxcala es el único en México declarado como bosque de las luciérnagas, ya que ofrece las condiciones de humedad idóneas para el crecimiento y la reproducción de esta especie.

Piedra Canteada, en Tlaxcala, es una cooperativa rural que se las ingenió para salir de la pobreza y abandonar la tala con la ayuda de las luciérnagas.

Durante años en Piedra Canteada y en los alrededores se talaban árboles para subsistir con ese ingreso. Hace unos años los miembros de la comunidad se dieron cuenta de que los millones de luciérnagas que aparecen entre junio y agosto podrían atraer a muchísimos turistas.

El santuario de las luciérnagas empezó a desarrollarse de una manera mucho más turística cuando el actual gobernador de Tlaxcala, Marco Antonio Mena, era secretario de Turismo en el estado. Siempre de la mano de la comunidad, que hoy sabe que tiene que cuidar su entorno y el valor que posee.

Conscientes de que lo más importante es preservar la especie y el bosque, el desarrollo ha sido muy ordenado. Tanto es así que hoy esta comunidad está en la terna para obtener el Premio Nacional al Mérito Ecológico.

Vale la pena visitarlo, pero tendrán que esperar a la próxima temporada, porque este fin de semana fue el último de avistamiento.

Martha Chávez Padrón.

Hace unos días falleció la doctora Martha Chávez Padrón, la primera mujer en doctorarse en derecho por la UNAM, la primera que ocupó un cargo de subsecretaria en México y lo hizo desde la Secretaría de la Reforma Agraria.

Una exministra de la Suprema Corte de Justicia ejemplar y una mujer que nos ha abierto camino, cuando era mucho más complicado para nosotras ascender a posiciones de decisión.

Descanse en paz.

bibibelsasso@hotmail.com

Twitter: @bibianabelsasso