El desdén

El desdén
Por:
  • larazon

Javier Solórzano Zinser

Si algún elemento estuvo ausente en la ceremonia de la promulgación de la reforma en telecomunicaciones fueron los medios públicos. Pareciera que lo mejor era no hablar de ellos.

Se habló de las bondades de la ley, de la licitación de dos canales de televisión abierta, de un nuevo canal del Estado (Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano), que en enero del 2015 no se va a cobrar ya la larga distancia, que a finales del mismo año habremos pasado del sistema analógico al digital, pero de los medios públicos y comunitarios no se dijo absolutamente nada.

Así fue a lo largo de los meses en que se discutieron la reforma en telecomunicaciones y sus leyes secundarias. Los medios públicos eran poco importantes para la mayoría de los legisladores y de no ser por dos o tres participaciones, en que se colocó el asunto en la mesa, el tema pudo haber pasado de noche.

La importancia de buscar nuevas reglas para que los medios públicos, particularmente los sistemas estatales de radio y tv, se muevan con autonomía y consejos de gobierno propios es buscar que antes que nada se abran y dependan de la sociedad, a la vez que dicha autonomía permita alejarlos de la mano de la discrecionalidad de los gobernadores en turno.

Pero quizá lo más grave es que no se vea desde el poder la relevancia que tienen los medios públicos, no se vio ni en el Legislativo ni en el Ejecutivo. No se alcanza a visualizar su importancia en el proceso educativo, de formación y del ocio de la sociedad. No todo es la tele privada y su programación, la cual tiene otros objetivos y otros fines.

Pensar en los medios públicos es ofrecer alternativas a lo que abrumadoramente aparece en la televisión privada. En una sociedad heterogénea en la cual muchos buscan variantes con programaciones basadas en elementos diferentes y con nuevos mecanismos de producción los medios públicos pueden representar opciones y sobre todo sumar nuevas audiencias.

Se perdió una buena oportunidad de entrarle en serio a temas en radiodifusión que han sido largamente discutidos. No está claro por qué no corrieron riesgos con los medios públicos y comunitarios. Si no hacerlo fue parte de una negociación, fue una mala decisión. Si a los empresarios les inquieta el tema, entonces aquello de que sólo los ven a ellos podría no ser tan cierto. Dice Jorge Luis Preciado, senador panista, que no hay leyes perfectas y que si algo se tiene que cambiar será sobre la marcha.

No se ve que vaya a pasar, más bien la van a dejar pasar de nuevo. A ver si el Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano no corre la misma suerte. Ya se vio que les da por primero emocionarse para luego pasar al desdén.

 RESQUICIOS... Así nos lo dijeron ayer:

* El flujo de inmigrantes no va a cambiar con el fin de La Bestia, el riesgo vendrá por otras rutas: Dr. Tonatiuh Guillén, Presidente del Colef.

solorzano52mx@yahoo.com.mx

Twitter: @JavierSolorzano