El factor Duarte-AMLO y el 2018

El factor Duarte-AMLO y el 2018
Por:
  • Carlos Urdiales

Ahí viene Javier Duarte, el más puerco de los cochinos, ícono moderno de la corrupción amparada en el poder y cobijada por la impunidad. Hasta ahora.

El exgobernador de Veracruz se allanó a las solicitudes de extradición tanto de la Fiscalía de Veracruz como de la PGR. En un par de semanas estará aquí, tras rejas mexicanas.

Javidú no viene solo, trae cola. Recordemos que al conocer de su captura por parte de la policía guatemalteca, el 15 de abril, AMLO advirtió que Duarte sería usado para desprestigiar a Morena; un chivo expiatorio del PRI, dijo.

Chivo expiatorio se le llama al inocente utilizado para exculpar al culpable.

Días después Enrique Ochoa, líder del PRI, llamó a las autoridades federales a profundizar en las investigaciones sobre los vínculos entre AMLO y Duarte, exigió documentar y castigar “su hermandad” criminal y electoral. “No puede ni debe haber mantos protectores para nadie, la complicidad de Duarte con López Obrador se debe señalar, se debe castigar”, manifestó el dirigente.

Por su parte, el sucesor de Javier Duarte en el gobierno, el panista-perredista, Miguel Ángel Yunes dijo que AMLO se enojó por la captura de Duarte porque son amigos, ambos están ligados por el dinero que Javidú le dio para las campañas de Morena y la guerra contra él.

Yunes, fajador de la política, pendenciero en los medios de comunicación, destacó un dato registrado ante ministerios públicos; que la carpeta azul que AMLO presentó como expediente en contra suya es la misma que Duarte utilizó para fines idénticos. ¿Coincidencia?

Ahora que Javier Duarte vuele de regreso a México, la investigación abierta por la FEPADE, de la PGR, sobre presuntos desvíos de recursos durante su administración hacia Morena desde la Secretaría del Trabajo local, recupera relevancia.

Delitos electorales, complicidades no descartadas a las cuales hay que sumar los videos de Eva Cadena, recibiendo dinero para el movimiento lopezobradorista, eslabones que enredan a AMLO.

Más trampas, otros “cuatros” de la mafia en el poder en contra suya, dirá el de Macuspana.

Tampoco es inteligente descartar la hipótesis de un regreso de Duarte con arreglos previos, negociaciones que permitan a Karime Macías gozar de la abundancia inmerecida en España, conocer si el exgobernador tiene pruebas contundentes que dañen a AMLO y su Morena.

Cuando Duarte fue detenido en abril, López Obrador, además del chivo expiatorio, expresó: “Que hable, porque si dice algo va a dar a conocer que fue traicionado por Peña Nieto, porque EPN negoció con el PAN, le dieron la espalda a Duarte y ahora se deshacen de él, así como se desentendieron de la maestra Elba Esther Gordillo, que está en la cárcel”.

Independientemente de si AMLO se cura en salud, lo cierto es que, por una causa u otra, Javier Duarte es factor rumbo al 2018.

urdiales@prodigy.net.mx

Twitter: @CarlosUrdiales