¿El fin de la alianza atlántica?

¿El fin de la alianza atlántica?
Por:
  • raudel_avila

El 9 de agosto de 1941 se encontraron en la Bahía de Placentia, al sudeste de Canadá, los barcos Príncipe de Gales y Augusta. A bordo de cada uno iban el Primer Ministro Winston Churchill y el Presidente Franklin Delano Roosevelt, respectivamente.

Aunque la organización del encuentro se produjo en secreto, ambos estadistas presentaron al público la Carta del Atlántico el 14 de agosto de ese mismo año. Ahí establecieron las bases de la alianza militar que habría de alcanzar la victoria en la Segunda Guerra Mundial, antecedente directo de la OTAN. Es el momento fundacional de lo que ambos países llamaron durante décadas “una relación especial”. Esa misma alianza, ampliada para incluir Canadá y también países europeos, fue la base de la resistencia europea frente al avance soviético en Europa, durante la Guerra Fría.

Se sustentaba, entre otras cosas, sobre la idea de una mediación británica entre los países europeos y Estados Unidos, así como el impulso a la democracia liberal.

Durante la visita de Donald Trump a Europa esta semana, una vez más expresó poco aprecio por la OTAN. Volvió a exigir a los dirigentes europeos que aumenten su aportación al presupuesto de defensa común. Ha calificado a los europeos aliados como “peores que nuestros enemigos”. Muchos no lo toman en serio. No obstante, a decir de Edward Luce en el Financial Times, Trump está consciente de que Europa necesita más a Estados Unidos, que Estados Unidos a Europa. Frente a un ataque ruso, Estados Unidos está protegido por un océano de distancia, mientras que los países europeos son susceptibles de agresión terrestre por parte del gobierno de Putin. Ahora bien, el mediador tradicional en la relación atlántica, el Reino Unido, está fracturado en su trato con Europa por la incertidumbre del Brexit.

La política doméstica del Reino Unido tampoco pasa por su mejor momento. La primera ministra, Theresa May, sufrió esta semana la renuncia al cargo de Ministro de Asuntos Exteriores por parte de Boris Johnson, popular pero visceral político y promotor afanoso del Brexit. Johnson, ansioso de disputarle a May la dirigencia del partido conservador para sucederla como Primer Ministro, la acusa de preparar un Brexit que no defiende adecuadamente los intereses británicos. No parece quedar ningún actor capacitado para conservar la alianza atlántica. El lunes se reunirán Trump y Putin en Helsinki. Trump ha hecho explícitas sus coincidencias con Putin. El fin de la alianza atlántica anticiparía la ruptura definitiva del orden internacional vigente en su aspecto estratégico-militar. Ya nada sorprende en este oscuro cambio de época, pero desde la perspectiva mexicana, nos conviene un mundo de instituciones multilaterales liberales, y la OTAN era elemento central de ese mundo. Debería preocuparnos.