El futuro del secretario

¿Debe o no renunciar Gerardo Ruiz Esparza? La decisión pasa por las responsabilidades que eventualmente pueda tener en el caso del socavón y también por lo que vea e interprete el Presidente, pero sobre todo pasa por los terrenos de la sensibilidad política.

No es una decisión fácil para Peña Nieto, pero es un tema que debe considerar. En los tiempos de campaña presidencial repitió una y otra vez que no tenía amigos en la política, es el momento de demostrarlo.

A lo largo de estos años ha terminado por tratar a integrantes de su gabinete como si fueran sus amigos, los ha cuidado con particular atención.

El gran problema que se ha creado es que lo que se ha hecho y lo que no se ha hecho han terminado por recaer en el propio Presidente. Peña Nieto es responsable de lo que hace y dice, pero también lo está siendo de todo aquello que no hace y no dice y que, en muchos casos, es responsabilidad de su equipo.

El asunto del socavón está conjuntando muchos elementos ante los cuales el gobierno debe investigar, transparentar y rendir cuentas y no solamente conformarse con tapar el hoyo esperando que el tiempo le ayude con el olvido.

Gerardo Ruiz Esparza tiene fama de buen funcionario. Es cercano al Presidente desde los tiempos de Peña Nieto en el Edomex.

La SCT no es de esos cargos en que se dé un gran juego político, pero sí es un puesto que conlleva, por sus atribuciones, una gran cercanía con el Presidente. En este caso además se suma el hecho de que el titular de la SCT y Peña Nieto vienen trabajando juntos desde hace al menos doce años.

Uno de los grandes asuntos que no ha podido resolver el gobierno ante la opinión pública y el imaginario colectivo es el de la contratación de constructoras para obras oficiales. El tema fue parte de uno de los asuntos que más han marcado al gobierno: la casa blanca. Por más que se han presentado diversas explicaciones, el tema se ha quedado a la mitad del camino.

Como sea, la SCT ha ido librando la crítica y las señalizaciones que le han hecho y en eso tiene qué ver su titular. Logró pasar a segundo plano hasta el muy delicado tema de la cancelación de las líneas de trenes con empresas chinas.

Con lo que evidentemente no contaban fue con el socavón en Cuernavaca. El hecho los expuso a todos no sólo por lo que sucedió, sino también porque hace tres meses se inauguró el Paso Exprés en medio de bombo y platillo y con promesas, las cuales en muy poco tiempo se diluyeron.

Entre el agotamiento ciudadano y el del propio gobierno el socavón ha puesto a la sociedad bajo un abierto encono. No se trata de que Ruiz Esparza renuncie para darle gusto a quienes piden su salida, lo cual va desde la rendición de cuentas hasta quienes quieren ver sangre.

Lo que es un hecho es que el socavón, además de ser una tragedia con pérdidas irreparables, le llegó al gobierno en el peor momento. No pueden quedar las cosas sólo con la salida de un delegado, el cual empieza a parecer chivo expiatorio.

El Presidente debe tomar decisiones en esa área de su gobierno que le es realmente importante y con un funcionario que le es profundamente cercano.

Peña Nieto debe resolver entre dejar las cosas como están, lo cual sería gravísimo, o hacer acuse de recibo y tomar una determinación que no le es fácil pero que tiene que tomar.

 RESQUICIOS. Así nos lo dijeron el viernes:

La salida de los columnistas de El Universal que participan en la creación del SNA es un acto de coherencia. En relación con los actuales gastos oficiales en medios de comunicación no se acogen a la idea de regulación que prometió el Presidente al inicio del sexenio. Se ha gastado en estos años más de lo que se gastó en la materia con Vicente Fox y Felipe Calderón. No hay transparencia, se promueve a funcionarios públicos con información que es publicidad de gobierno. La regulación y la transparencia son necesarias y pueden ser un elemento más para enfrentar la agresión contra periodistas.

Ana Cristina Ruelas. Dir. Artículo 19.

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