El Informe que nos quitaron

No habrá Informe, precisamente ahora que más se necesita. La partidocracia y su miedo a los violentos nos han arrebatado ese derecho.

Necesitamos saber qué piensa hacer el gobierno con el boquete fiscal de 300 mil millones de pesos que hay para el presupuesto del próximo año.

Es necesario oír del Presidente, ante todos los legisladores que fueron electos por el voto de todos nosotros, cuál es su explicación de por qué somos el país al cual más le ha pegado la crisis y el que más tardará en salir de ella.

¿Es verdad lo anterior o no? Eso es lo que hay que escuchar, y luego cada quien se forma su propia opinión.

Hay que escuchar al presidente Calderón acerca de los recortes al gasto público. ¿Con qué criterio los piensa proponer? ¿De dónde va a salir el dinero para cubrir los faltantes?

Como ciudadano uno quiere enterarse de lo que va a hacer el gobierno ante la caída de los ingresos petroleros, no por la baja del precio, sino por el agotamiento de los yacimientos.

Al ritmo actual de descenso de la producción, en 2015 seremos importadores de petróleo. Y 40 centavos de cada peso que gasta el gobierno vienen del petróleo. ¿Qué vamos a hacer?

Que nos explique para qué queremos una refinería que va a costar 10 mil millones de dólares, si va a estar lista cuando seamos importadores netos de crudo.

De las decisiones que se tomen ahora depende el futuro inmediato del país y de las siguientes generaciones.

¿Por qué nos quitaron el derecho a oír al Presidente de la República ante la representación nacional?

Es fundamental escuchar al presidente Calderón ante el Congreso, no en spots, hablar sobre la crisis del sistema educativo.

¿Va a haber o no va a haber una reforma educativa en serio, que reste poder al sindicato y fortalezca la calidad de la enseñanza por sobre todas las cosas?

¿O vamos a seguir con el esquema de sindicato rico, escuelas pobres y alumnos reprobados (por la vida)?

¿Qué se va a privilegiar en el área educativa? ¿El pacto político-electoral con el sindicato de maestros, o el futuro de millones de niños que reciben una enseñanza que nos les sirve para competir por buenos puestos de trabajo?

La competitividad. ¿Qué dice el Presidente de los cuellos de botella en la economía que nos tienen rezagados en productividad?

De eso y más hay que oír al Presidente.

Y para oír hay que dejar hablar.

De eso nos ha privado una partidocracia medrosa e insensible.

phl@3.80.3.65

fdm