El motor externo: pilar del crecimiento

El motor externo: pilar del crecimiento
Por:
  • arturov-columnista

Las cifras de comercio exterior –balanza comercial y cuenta corriente-  dan cuenta de un renovado dinamismo que favorece el crecimiento económico. El mayor superávit de la balanza comercial no petrolera y aumento de las remesas familiares conjuntamente disminuyen considerablemente la presión sobre las cuentas externas.

Cifras recientes de la balanza comercial en México corroboran de nueva cuenta el impulso al crecimiento económico mexicano proveniente del sector exportador. Si bien el crecimiento anual de las exportaciones durante abril luce bastante positivo, y hasta espectacular (con una aceleración importante en los grandes rubros),  debe tenerse cuidado en su interpretación debido a que las cifras del cuarto mes del año están afectadas por el efecto estacional de la Semana Santa, que sobre estima los datos de abril y subestima los de marzo. Por esta razón resulta mucho más preciso considerar el comportamiento de los flujos de comercio exterior en el bimestre marzo/abril.

Así, los envíos mexicanos se incrementaron en el bimestre de referencia  a una tasa de 13.0% respecto al mismo bimestre del año previo. Destacan dos rubros importantes: las exportaciones petroleras (46%) y las manufactureras (10.8%), que a su interior siguen sorprendiendo los envíos de la industria automotriz con un avance de 18.3%. Sin duda estamos frente a crecimientos espectaculares, que otorgan un buen impulso al crecimiento de la economía en su conjunto.

Esta renovada y mejorada dinámica exportadora responde fundamentalmente a tres factores: la expansión vigorosa del mercado manufacturero de Estados  Unidos; la mayor competitividad que proporciona la depreciación real del peso frente al dólar y otras monedas; y el incremento de los precios del petróleo. Posiblemente estos elementos continuarán impulsando los envíos mexicanos por lo menos en lo que resta del año.

En paralelo debe destacarse el papel de las importaciones, cuya dinámica refleja, también de manera sorpresiva una reactivación del mercado local. En particular llama la atención el repunte de las compras foráneas de bienes de capital,  que después de un pobre desempeño durante el año pasado avanzaron 13.4% anual en el bimestre  marzo/abril. En el mismo sentido, las compras al exterior de bienes de consumo –sin incluir gasolina- se han incrementado notablemente a una tasa anual de 7.6% en el mismo bimestre.

Como resultado de la dinámica más acelerada de las exportaciones, el incremento de las importaciones no ha sido un factor que represente un riesgo sobre las cuentas externas. De hecho el déficit comercial acumulado es de sólo 2 mil millones de dólares (mmmd),  e incluso la balanza comercial sin petróleo registra un superávit no petrolero de 4.4 mmd, que es históricamente el mayor saldo positivo para un periodo enero abril.

Agreguemos también a las estadísticas de comercio exterior el déficit de la cuenta corriente (incluye la balanza comercial o de mercancías, la balanza de servicios y las remesas familiares), que durante el primer trimestre ascendió a 6.9 mmmd (2.3% PIB), déficit menor al registrado en el mismo periodo del año previo,  (-10.4 mmmdd equivalente al 4.0% PIB). La disminución en el déficit de cuenta corriente es explicada por un aumento en el superávit de la balanza comercial no petrolero arriba descrito, aunque también contribuyeron la reducción anual del déficit del ingreso primario y el mayor superávit de la cuenta de ingresos por remesas.

*Economista en Citibanamex. Las opiniones expuestas son responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan la visión del banco.