El otro sistema penal: ojo por ojo

El otro sistema penal: ojo por ojo
Por:
  • bibiana_belsasso

Para Jorge, quien hoy cierra un ciclo muy importante en su tercera emisión de Imagen Informativa. Eres ejemplo de cómo se deben empezar los proyectos y cómo los debemos cerrar. Sin duda te esperan muchos más éxitos ahora en TV Azteca, Proyecto 40 y en tu columna en Excelsior. ¡Qué orgullo!

Un cártel llamado Los Tequileros, que opera en la zona de Tierra Caliente, en Guerrero, secuestró a un arquitecto. Fue en la zona de San Miguel Totolapan y Ajuchitlán del Progreso, donde asola una violencia terrible: las extorsiones y los robos son cosa de todos los días.

Los habitantes del pueblo ya están hartos y saben quiénes son los criminales. Lamentablemente, como ocurre recurrentemente, la policía está coludida con este cártel.

Furiosos los lugareños se levantaron en armas y secuestraron a al menos 20 personas, entre ellas está la madre de

Raybel Jacobo de Almonte, líder del grupo criminal Los Tequileros y a quien responsabilizan del secuestro del ingeniero Isauro de Paz Duque.

En un video, Yadira Guillermo, esposa del contratista, amagó: “Pido un intercambio a cambio de la vida de mi esposo. Así como me lo entregue, así le entregaré a su mamá, lo quiero sano y salvo”.

Ayer ocurrió el intercambio: el grupo delictivo liberó al ingeniero y los autodefensas a María Félix del Monte, madre del líder de Los Tequileros.

Que una comunidad se tenga que levantar en armas para protegerse, no indica más que una desconfianza ante las autoridades. Éste no es ni remotamente el único caso, en el cual la gente hace justicia por propia mano.

Recordemos el caso Tláhuac en la Ciudad de México, cuando unos 300 habitantes de San Juan Ixtayopan, en la delegación Tláhuac, quemaron a dos agentes de la desaparecida Policía Federal Preventiva, a los que tomaron por secuestradores.

Tan sólo en este año ha habido muchos casos. Está el de Jorge Aduna quien, tras ser víctima de la delincuencia durante varios años, él mismo secuestró y asesinó a seis personas que identificó como criminales. Las investigaciones arrojaron que se equivocó y mató a dos inocentes, por lo que ahora está en la cárcel.

En mayo pasado, en Cárdenas, Tabasco, pobladores intentaron matar al asaltante de un carnicero. Hasta ese momento Tabasco había registrado 49 linchamientos, cuadruplicando las cifras de 2015.

También en ese mes, en Santiago Atlaltongo, municipio de San Juan Teotihuacán, tres personas fueron retenidas por el pueblo luego de ser acusadas de secuestrar a un joven de 17 años, por estos hechos, un hombre y una mujer fueron linchados, otro más tuvo heridas de gravedad.

Otro caso se registró en la Carretera México-Pachuca, donde un delincuente mató a su compañero por error y pasajeros aprovecharon, lo encararon y lo ultimaron a golpes.

También este año en Naucalpan, dos asaltantes subieron a un autobús, pero fueron sorprendidos por un pasajero que les disparó y los mató. Un militar confesó ser el responsable de los hechos.

En Aguascalientes, tres mujeres mataron a golpes a un hombre que entró a su casa a robar. La situación en ese estado ha llegado al punto en que los habitantes han colocado mantas en las que advierten a los delincuentes que serán linchados si son sorprendidos.

Cuatro cuerpos fueron encontrados a orillas de la carretera México-Toluca, asesinados por un vengador anónimo que luego de devolver a los pasajeros sus pertenencias, se fue con rumbo desconocido.

El registro más reciente es el del domingo pasado, cuando en una taquería en la colonia Narvarte, un comensal mató a un asaltante. El cliente aprovechó el descuido de los ladrones, para sacar su arma y abrir fuego en contra de ellos.

En el lugar quedó el cuerpo de uno de los asaltantes, en tanto que dos alcanzaron a escapar sin que pudieran ser detenidos.

La Constitución en su Artículo 17, prohíbe hacerse justicia por mano propia: “Ninguna persona podrá hacerse justicia por sí misma, ni ejercer violencia para reclamar su derecho”.

La justicia por propia mano es muy peligrosa, ha habido muchos casos en los cuales inocentes son confundidos con plagiarios o delincuentes y pierden la vida en manos de los vengadores como en el de Tláhuac o cuando pobladores confundieron en Puebla a dos encuestadores con secuestradores.

Es fundamental que la justicia la haga la autoridad, pero para eso se le tiene que dar certeza a la ciudadanía.

bibibelsasso@hotmail.com

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