El Son es lo más sublime

El Son es lo más sublime
Por:
  • larazon

El disco de la semana

El Son : Variedad instrumental, vocal y bailable que forma parte primordial de la sonoridad musical del Caribe, básicamente de la isla mayor: Cuba. Células rítmicas/armónicas de África y España. Giros rítmicos, cantinelas, concepciones percutivas, modulaciones y pulsaciones guitarrísticas en las que se reconocen elementos armónicos hispanos y africanos. Se baila en pareja acoplada en pasos que deletrean las propuestas del tres (guitarra cubana de tres cuerdas dobles),

marímbula, güiro y bongó. El son es el exponente sonoro que mejor sincretiza la identidad cultural del Caribe. El Son cubano nace en las postrimerías del siglo XIX en los suburbios del oriente cubano (Guantánamo, Baracoa, Santiago…). Soneros cubanos clásicos: Matamoros, Piñeiro, Arsenio Rodríguez, Chapottín, Benny Moré… Tres que puntea el motivo melódico, rayado de la guitarra en compás 2/4, repique del bongó en diálogo con maracas y güiro, solista de voz rasgada y aguardentosa, bajo anticipado yuxtapuesto con las claves. En las renovadas conformidades de las propuestas de la música cubana contemporánea, el son ocupa un lugar primordial.

El son llegó a La Habana de Oriente: la capital de la Isla acogió los compases del 3/2 con entusiasmo en los salones de baile. En 1920, el guitarrista Guillermo Castillo García funda el Sexteto Habanero que más tarde sería Septeto con la entrada del trompeta Enrique Hernández, quien meses después, sería sustituido por Félix Chapottín.

Son que se zapatea con movimientos provocativos de cintura que la burguesía rechaza, y las autoridades prohíben por “inmoral”. Son de gozosa medida rítmica que se impone en cuarterías y solares. La radio le da difusión desmedida, y el sello discográfico RCA Victor lo arrebuja (“La maldita timidez” de Carlos Valdés Brito, primera pieza sonera grabada, precisamente en los estudios de la Victor). El son paseándose por Europa. El Habanero intérprete representativo.

90 Años. Orgullo de los soneros (Colibrí, ProDisc, 2011), álbum doble que contiene 26 composiciones que transitan por los parajes del bolero son, la guaracha y el son montuno. El Septeto Habanero celebrando 90 años de permanencia en el gusto de los bailadores de la Isla: evidencia no de un pasado, sino de una tradición de casi 115 años.

Tres, güiro, maracas, bongó, bajo, trompeta, claves y voces nos regalan un repertorio de acabada elegancia sonera. Imposible contener el cuerpo frente a tanta síncopa retadora. “Tres lindas cubanas”, “Tribilín Cantores”, “Elena la cumbanchera”, “Papa Montero”, “A la Loma de Belén”… El trompeta Julio Padrón hace gala de sus silbos incitantes que fusionan a Chapottín con Morgan y el guajiro Mirabal.

El son es lo más sublime para el alma divertir, se debiera de morir quien por bueno no lo estime. Escuchar esta placa —nominada para el Grammy Latino, 2010—, rociado de aposturas melódicas y rítmicas inmemoriales.

Imprescindible

Manuel Esperón González (Ciudad de México, 1911 – Cuernavaca, 2011) o “Amorcito Corazón” y Pedro Infante. Más de 100 canciones, director musical de unas 500 películas mexicanas (Nosotros los pobres, Los tres García, La muerte enamorada, Las abandonadas…): sostén musical de la época de Oro del Cine Mexicano. Premio Nacional de Artes y Tradiciones Populares (1989). El tenor Mauro Calderón ha llevado sus canciones por Europa, Asia y América. “Mi cariñito”, “¡Ay, Jalisco, no te rajes!”, “Cocula” o “Tequila con limón”, patrimonio musical de México.

Blas García Flores

Carta del apóstol san

Blas a los parralenses

» Editorial: Ficticia

» Año: 2010

» Género: Cuento

» Precio: 105 pesos

“Fíjate bien lo que te voy a decir, crápula mal nacido, si te encuentro otra vez masturbándote o me entero que lo volviste a hacer, te corto los huevos y el pito te lo meto por el culo, ¿quedó claro? Sí, madre superiora.” Así comienza “Crápula” de Carta del apóstol san Blas a los parralenses (Ficticia, Biblioteca del cuento contemporáneo, 2010) de Blas García Flores (Ciudad Juárez, Chihuahua, 1975), tonalidad que se mantiene en licitaciones de suculenta consumación narrativa. García Flores es un relator preocupado por los hilvanes del significante (fonología de consecuencias rítmicas convincentes). La Ciudad de Juárez, evocación y madeja que teje argumentos en los filos del simulacro. Humor cáustico: muestrario de obsesiones de un escritor que desacraliza gestos y usanzas con total naturalidad. Viñetas, mini ficciones y apuntes (“Click”, “Fuego en el Km 217”, “Cuando era niño pensaba como niño, mejor aún, como Jhonny Laboriel”…). El cuento como festividad desbordada.

Hernán Rivera Letelier

La contadora de películas

» Editorial: Alfaguara

» Año: 2010

» Género: Novela

» Precio: 139 pesos

María Margarita cuenta tan bien las películas que sus historias orales son mejores que las mismas películas. Ir al cine un ritual de una familia presidida por un jubilado paralítico y alcohólico, y la reminiscencia de una madre bailarina que ha abandonado a sus cinco hijos. Una salitrera de la pampa chilena y la llegada del cine. Marilyn Monroe, Gary Cooper, filmes mexicanos con muchas canciones rancheras y Charles Heston. El ganador del Premio Alfaguara 2010, Hernán Rivera Letelier (Talca, Chile, 1950), sabe inmiscuir a los lectores en eventualidades de “realismo mágico” en el que el tiempo transcurre bordeado de soledad, silencio y polvo salinero.

La contadora de películas (Alfaguara, 2010), homenaje al cine, y, asimismo, una fábula que lo precisa. “… la vida perfectamente puede estar hecha de la misma materia de las películas”: Hada del Cine: niña María Margarita. Novela que se lee de un tirón. Rivera Letelier nos atrapa con sus soplos garciamarquianos de ritmo trepidante.

carlos.olivares.baro@hotmail.com

http://blogs.3.80.3.65/lasclaves