El tipo de cambio y el factor político

El tipo de cambio y el factor político
Por:
  • larazon

Si bien el debilitamiento en la cotización frente al dólar de la semana pasada no fue exclusivo del peso mexicano, sí fue el más pronunciado. No descartamos que el factor local de tipo político haya jugado un papel de importancia.

Aunque las causas del debilitamiento de buen número de las monedas emergentes estuvo relacionada con un deterioro en la expectativa de crecimiento del precio de las materias primas (de las que buena parte de las economías en desarrollo son exportadoras); el peso mexicano se depreció respecto al dólar en más de 3% durante la semana pasada -el debilitamiento más pronunciado de una muestra de 26 monedas emergentes representativas. Este hecho pareció sugerir que un factor local estaba también jugando en contra de la divisa local.

No descartamos que las declaraciones de miembros del nuevo Congreso local y la Secretaría de Hacienda, que comenzaron a esbozar lo que podría incluir la discusión de una nueva reforma fiscal a partir de septiembre, se haya reflejado en mayor incertidumbre cambiaria. Vale la pena recordar que los participantes en el mercado están siguiendo muy de cerca este tema al estar asociado a la posibilidad de un recorte en la calificación de México por parte de las calificadoras Fitch y/o Standard and Poor´s.

En contraste, el fortalecimiento del peso observado en semanas previas fue en buena medida impulsado por un argumento de dependencia económica: Dada la gran dependencia económica de México respecto a Estados Unidos, el peso se vio especialmente “golpeado” durante lo más agudo de la recesión mundial. Por lo tanto (al menos eso concluyen algunos analistas), ahora que el optimismo se eleva respecto a la recuperación estadounidense, el peso mexicano debería ser favorecido y debería reducir el retraso que mostró respecto a la apreciación de otras monedas latinoamericanas frente al dólar (ver gráfica anexa).

En nuestro caso, consideramos que lo observado la semana pasada nos recuerda que hay que ser cauteloso con el argumento arriba expuesto. Si bien hace mucho sentido en términos económicos, pensamos que el factor político no debe ser subestimado. La presiones fiscales para el 2010 son significativas y la probabilidad de un recorte en calificación crediticia de México tampoco es desdeñable. De aquí que se aproxima un periodo clave que podría reflejarse en episodios de alta volatilidad en el mercado cambiario: la discusión en la nueva Cámara de Diputados de una reforma fiscal a partir del 8 de septiembre.

jvirgenroj@banamex.com

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