El tricolor o se renueva o lo enterrarán

Existe un movimiento que se gesta en el PRI luego de su estrepitosa derrota en las elecciones del pasado 1 de julio y que proviene de jóvenes, al parecer, de algún lado del sureste de la República Mexicana, que urgen a una verdadera renovación del tricolor.

Por las redes, envían mensajes como, por ejemplo: “Querida cúpula: rolarse la dirigencia del partido entre ustedes no es cambiar, es simular”. En otro texto se puede leer: “ perdimos todo… hasta el miedo a confrontarles” y en uno más se cuestiona a esa misma cúpula del Revolucionario Institucional: “¿Y si en lugar de cambiarle el nombre al partido los cambiamos a ustedes?”

Sin duda se trata de mensajes sumamente importantes que el otrora poderoso instituto político debería de tomar en cuenta y no pasar por alto; más aún, por el poderoso reto que tiene frente a sí la presidenta del CEN, Claudia Ruiz Massieu, que se nota que no tiene de dónde agarrarse, por lo menos hasta el momento.

Por las redes, este grupo de jóvenes de algún punto del sureste del país, envían tajantes otro mensaje más: “Ni un Ochoa Reza Más”, cuestionando la deplorable labor que hizo este personaje al frente del tricolor, y en este último punto hay que señalar que también se retoma la demanda de que el exdirigente del Revolucionario Institucional, no llegue, a tomar su lugar en la Cámara de Diputados, para cederle, en un acto de congruencia, se dice, su lugar a Fernando Elías Calles, pues sin duda, sería muy cómodo que el exdirector de la Comisión Federal de Electricidad, arribara sin mayor problema a su curul en la Cámara Baja.

Pero no obstante, el tiradero que dejó como secretario de Gobernación Miguel Angel Osorio Chong, con un fracaso en materia de seguridad, un reguero de muertos, de un proceso electoral en donde el tricolor se fue al tercer lugar, 12 senadores lo eligieron para que se convierta en su coordinador.

Claro que está bancada no tendrá derecho a ninguna posición de importancia en los órganos de gobierno del Senado, pues no tienen el número de legisladores que marca el reglamento interior del Congreso de la Unión, pero se impuso la línea, la misma que llevó al PRI a perder el poder e irse al tercer lugar en las elecciones del 1 de julio.

Secretario de Gobernación hasta hace unas cuantas semanas y haber sido el puntero en la contienda priísta por la Presidencia de la República, Osorio Chong fue impuesto de nuevo.

Así trascurrieron varios meses y mientras Meade aparecía en todas las sopas, Osorio Chong se perdió en la bruma del casi olvido electoral. Corrió la campaña, del secretario de Hacienda, nunca despegó y luego el desastre.

De la cúpula de la administración del desastre encabezada por El Ejecutivo Federal y su sombra el secretario de Relaciones Exteriores Luis Videgaray, el sobreviviente dentro del sexenio de Andrés Manuel López Obrador es Miguel Ángel Osorio Chong.

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En la entrega de constancias a Senadoras electas que hizo el presidente del INE. Lorenzo Córdova en la Cámara Alta, la vicepresidenta del Senado, Graciela Ortiz resaltó que en la historia del país por primera vez el Congreso de la Unión, Cámara de Diputados y Senado de la República, se conformará con un 47 por ciento de mujeres, que es el mayor número de legisladoras en la historia del país.

Para nadie es secreto que los resultados de estas cifras se deben precisamente a la reforma política electoral que obligó a los partidos políticos registrar en igualdad el 50 por ciento hombres y 50 por ciento mujeres para las contiendas electorales.

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Quien está nervioso por la incertidumbre ante el nuevo gobierno y la próxima Legislatura es el gobernador de Hidalgo, Omar Fayad. Nos cuentan que el priista está buscando por todos los medios la forma de entablar contacto con los de Morena, pues fue uno de los que más fuerte operó en su contra en el pasado proceso electoral y ahora teme que como consecuencia los recursos destinados a su estado se vean recortados, ya que confiaba en que el grupo priista hidalguense sería más numeroso y desconoce qué diputado del partido de AMLO será el que lleve el agua a su molino.