En Sectur: la pobreza entra por la ventana y el amor…

En Sectur: la pobreza entra por la ventana y el amor…
Por:
  • gerardo_garcia

Podría decirse que es natural. Que ante lo adverso del panorama, el silencio, quizá hasta la apatía, es una suerte de protección. Que más allá del discurso positivista, la realidad, el panorama negativo ha llegado a hacerles mella. Que los que podrían, pueden presumir de un gran desempeño, terminan por guardar la cabeza. Naturaleza humana, quizá.

No hace muchos meses eran de las estrellas en el gabinete federal. Los estupendos resultados, el gran desempeño de la actividad turística en México los sostenía. El histórico éxito que no sólo regresó al país al top ten de los países más visitados en el mundo, sino a generar una derrama económica que llevó a que el Producto Interno Bruto Turístico integre el 8.5 por ciento del PIB nacional. Millones de turistas; millones de viajeros de todo el mundo llegando a un país que apenas hace unos años parecía rechazado. Una actividad económica que significaba para el presidente Enrique Peña Nieto el mejor contenido para sus discursos positivos. Una catarata de aplausos y reconocimientos que al final, como al principio, no se tradujo en asignaciones presupuestales, ni tampoco en el peso político en la agenda pública que debía, por sus resultados, tener.

Enrique de la Madrid manejó en el Banco de Comercio Exterior un presupuesto enorme. Hay en construcción ahora casis dos decenas de desarrollos hoteleros en el país que recibieron financiamiento de este banco de desarrollo en el tiempo que el ahora secretario de Turismo fungió como su director. El que era su subdirector, Gerardo Corona, manejaba un presupuesto varias veces mayor al que debe enfrentarse ahora que trabaja como subsecretario en Sectur. El secretario De la Madrid, reconocido financiero, ha debido lidiar con una dependencia pobre, y que con el recorte presupuestal predispuesto para el 2017, lo será aún más.

El asunto es que el empuje que traía el propio secretario De la Madrid y la dependencia a su cargo, parece haberse detenido. No sólo ha cambiado su discurso -Cuando hay ajustes lo que tiene que aflorar es la imaginación y le podemos sacar mucho más rendimiento a los pesos que hoy los mexicanos están aportando; tener menos recursos me da el pretexto para incorporar estas otras formas de gastar más eficiente-, sino que sus propuestas de utilizar de manera distinta los recursos que los estados generan por medio del Impuesto al Hospedaje, lo ha puesto en una situación compleja con autoridades estatales y la iniciativa privada. No sólo ello, la relación que guarda con organismos empresariales como el Consejo Nacional de Empresas Turísticas, no se encuentra en el mejor de los momentos. Súmele otro punto de desgaste, al no haber nombrado aún a un director en el Fondo Nacional de Turismo, que lo mantiene paralizado.

La falta de recursos en efecto no es un aliciente para el trabajo. Supongo que él con claridad tiene una visión crítica ante los recortes. Que sabe perfectamente que recortarle hoy al Turismo significará una caída en términos de competitividad turística al país. Que en efecto no puede declarar en contra del mismo y que no puede hacer mucho por revertirlo. El tema es que habrá que saber cuanta mella han hecho en su gestión. Y que sucederá el año venidero que tenga aún un treinta por ciento menos de recursos en su presupuesto y la posibilidad que se pierdan de igual manera fondos para la promoción institucional.

Si sabrá, pues, ser un secretario de Turismo pobre.

ggarcia@elperiodico.com.mx

Twitter: @gergarcia68