Enfrentan secundarias al PAN

Francisco Cárdenas Cruz

Jorge Luis Preciado y Luis Alberto Villarreal, coordinadores de los grupos parlamentarios del PAN en las Cámaras de Senadores y de Diputados, respectivamente, discreparon ayer con la presidenta interina de su partido, Cecilia Romero, al señalar que las iniciativas de leyes secundarias de la reforma de telecomunicaciones no pueden ser descalificadas —como ella lo hizo junto con Jesús Zambrano, del PRD— sin haberlas analizado con paciencia y responsabilidad.

Coincidieron en que las propuestas enviadas por el Presidente Enrique Peña Nieto serán revisadas exhaustivamente por las comisiones de ambas cámaras y Preciado señaló que las críticas hechas por la dirigente interina del blanquiazul fueron “a nombre del comité ejecutivo nacional y no de los legisladores”.

DE ESTO Y DE AQUELLO...

Más allá de diarios discursos oficiales que ensordecen, los índices de violencia se agravan día a día en delitos como secuestros, extorsiones telefónicas, ejecuciones y ataques de grupos armados, que se han multiplicado en las últimas semanas en bares y centros nocturnos en municipios del Estado de México.

Eso lo reconoció el nuevo Comisionado de Seguridad Nacional, Monte Alejandro Rubido García, cuyo nombramiento presidencial fue ratificado ayer por el pleno de la Cámara de Senadores, aunque sin los votos de los panistas, en protesta por el asesinato de Gustavo Garibay García presidente municipal de Tanhuato, Michoacán, el sábado pasado.

El nuevo titular de la CSN calificó de “trabajo de excelencia” el realizado por su antecesor, el doctor Manuel Mondragón y Kalb, cuyo relevo algunos atribuyen a su intento de remover a mandos medios allegados a Genaro García Luna, quien fuera secretario de Seguridad Pública, hoy desaparecida, pero que se mantiene dentro de la Policía Federal.

Quizá por ello, Rubido García se mostró cauto ante la pregunta de Joaquín López-Dóriga sobre si haría cambios, hasta en tanto revise el trabajo de los actuales responsables en cargos de esa corporación.

De las decenas o cientos de agresores de policías municipales de Guadalajara, la noche del sábado en el estadio Jalisco, solamente ocho de ellos fueron consignados por las autoridades locales, lo que deja a éstas más que en evidencia de cara a quienes vieron por televisión la brutalidad con que se golpeó a una veintena de uniformados tapatíos.

Si Ramiro Hernández, presidente municipal priista de la capital jalisciense y quien fuera líder campesino del estado y diputado federal, no ordena extremar la vigilancia para el otro “clásico” del futbol, Chivas-América, el próximo domingo, el riesgo de más violencia estará latente.

Por cierto que por andar haciéndole al futbolista aficionado, el gobernador priista de Jalisco, Aristóteles Sandoval, resultó lesionado el domingo pasado con un esguince en el tobillo izquierdo y una torcedura en la rodilla derecha, que lo mantendrá inmovilizado de ambas piernas durante tres semanas.

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