Equidad de género: materia pendiente

Equidad de género: materia pendiente
Por:
  • montserrats-columnista

En el día internacional de la mujer nos encontramos un escenario ya conocido: la necesidad de lograr la equidad de género en la vida diaria de las mujeres y no sólo en los discursos políticos.

ONU–Mujeres emitió un comunicado en el que nos recuerda la Agenda 2030 de trabajo, que busca, entre sus objetivos principales, apuntalar el progreso social por medio del empoderamiento femenino y la igualdad de oportunidad para la mujer dentro de la sociedad.

El organismo internacional reconoce los grandes retos y peligros que la situación actual del mundo trae a tan ambiciosa agenda: la guerra, la pobreza, el cambio climático, entre otros, son factores que no sólo no ayudan a alcanzar la equidad de género sino que ponen en una situación de peligro y fragilidad a las mujeres y niñas afectadas por estas realidades. Desde la crisis humanitaria desatada por la oleada de refugiados a las acciones extremistas contra las mujeres –esclavitud sexual, mutilación genital femenina, la negación de acceso a la educación-, las mujeres siguen siendo uno de los grupos más vulnerables y necesitados de protección.

A fin de cuentas, la equidad de género sigue siendo una materia pendiente que no ha logrado solidificarse incluso en las sociedades más avanzadas. Es una realidad que, por ejemplo, hasta en países desarrollados se encuentra una disparidad inexcusable en ingresos y en acceso a puestos de alto impacto tanto en la iniciativa privada como en la esfera política.

Para muestra, analicemos algunas encuestas sobre la candidatura de Hillary Clinton a la presidencia de Estados Unidos. Simplemente, por el hecho de ser mujer, únicamente el 64 por ciento de los varones afirmaron que la aceptarían y respetarían su figura. Incluso el 35 por ciento de las mujeres encuestadas afirmaron tener conflictos con la figura de una mujer en la presidencia. Esto nos indica que una mujer como figura de poder es primeramente juzgada desde el prejuicio de género y posteriormente por su desempeño. La candidata pierde y gana votos por el hecho de ser mujer, al margen de aspectos más importantes como su preparación, experiencia y plataforma política.

La agenda para luchar por los derechos de las mujeres está lejos de estar cumplida. La precariedad y la inseguridad en la que viven muchas mujeres hacen que la necesidad de actuar sea imperiosa. Incluso en ambientes en los que parece que éste ya no debería ser un tema prioritario, encontramos una disparidad entre cargas y oportunidades que no tienen otra justificación aparte del género. Por esto, es necesario entender el Día Internacional de la Mujer como un recordatorio de que figuras como Clinton aún son necesarias para apuntalar una lucha de generaciones por alcanzar la verdadera equidad.

msalomonf@gmail.com